Bolds´ Sanctuary

Una batalla perdida

Le miró con desdén, incluso con cierta indiferencia, no era rival para él. Se apartó la capa para poder desenvainar la espada, al hacerlo su negra armadura emitió un blanco destello al ser alcanzada por el sol.

Frente a él, otro caballero pensaba en el contraste que ofrecían los destellos de puro blanco sobre la negra armadura. En cambio, la suya, cubierta por hilos dorados que formaban intrincados dibujos sobre el fondo metálico, brillaba completamente a la luz del avanzado amanecer.

Un observador ajeno podría pensar que se protagonizaba la eterna lucha entre el bien y el mal. Nada más allá de la verdad, se batían por el amor de una mujer que pasaba desapercibida, para un observador poco atento, gracias a los tonos marrones de su vestido que la mimetizaban con el tronco donde se apoyaba indolentemente.

El combate no tardó en comenzar, el caballero de negra armadura desenvainó con fuerza y se lanzó al ataque con su mandoble, su oponente desenvainó su propia espada, más pequeña y pensada para usar con un escudo que no tenía. Intentó en vano saludar ritualmente antes del choque, tan solo pudo desviar el golpe descendente que iba dirigido contra su cabeza. Al apartarse pudo oír la risa cristalina de la bella mujer vestida de marrón. Decidió responder antes de que su oponente pudiera reponerse para volver a atacar, pero su espada rebotó sobre la negra armadura con un hueco tintineo, acto seguido se partió la hoja a lo largo, desde la cruz hasta la punta.

El combate no duró mucho más, el caballero de brillante armadura sollozaba en el suelo, ni siquiera habían tenido la piedad de darle muerte. Tras ser apaleado brutalmente, la ultima imagen que vislumbró fue a la bella doncella a la que amaba subiendo entre risas al corcel del vencedor.