Un día, el chico ese vino a Madrid, y claudia decidió no ir con él... me alegré inmensamente... hasta que la vi llorar por no haberle ido a conocer. Si antes tenía miedo... ahora estaba aterrorizado y decidi comentarla abiertamente mis miedos... ella procuró no hablarme de él.
Ese año se fue a Torrevieja con las amigas y trajo dos regalos, un caballito de mar disecado para mi y un colgante para Jose, que luego le mandaría por correo (por cierto, fui lo suficientemente cabrón como para alegrarme de que nunca llegase a su destino... "bendito Correos" pensé).
Ella seguía intentando no hablar de él, aunque a veces se le escapaban cosas del tipo "con él puedo hablar cosas que contigo no puedo" (Esto me lo dijo en Julio en un parquecito al lado del Palacio Real)... de acuerdo, mis celos ya eran algo que se interponía... tampoco pude hacer mucho para remediarlo... no era capaz de pensar con claridad. Ese verano, él la propuso que fuera a su casa para conocer Sevilla durante un par de semanas. Fue nuestra primera discusión en casi dos años. La pedí por favor que no fuese porque no lo soportaría (me hice la victima, aunque en realidad el que causaba el problema era, en buena medida, yo mismo), y ella se enfadó (normal).
Lo nuestro cada vez iba peor, yo la veía (notese que aqui cabe el subjetivismo a más no poder) más apegada a Jose con el paso del tiempo... me hundía cada vez, hasta que llegué a cambiar mi planteamiento e intentar dejar el tema olvidado para solucionarlo mediante psicologia (mi profesor de psicologia me había recomendado un par de libros)...
Pero avanzaba con lentitud, no era facil cambiar todo en un solo dia... tardé 5 meses... y justo cuando creía haberlo conseguido... un 30 de abril, ella no me cogió de la cintura cuando ibamos por las escaleras mecanicas del metro como solía hacer. Nos dimos un par de besos rapidos, demasiado rapidos. Y nos fuimos a Atocha ("Tenemos un problema" pensé). Allí sentados, ella no me miraba y la pregunté si creía que fuera mejor que lo dejasemos (esperando una respuesta muy distinta a la que obtuve)... "Sí". A pesar de mis suplicas, promesas y todo lo que pude decir, ella me respondió con un "no comprendes que ya no te quiero"...