Como casi cada viernes, hoy me he escapado de mis obligaciones, he dejado al Mario más bohemio saciar su apetito en la inconmensurable urbe madrileña... sin dirección, buscando rincones nuevos cada semana, allá donde mis piernas sean capaz de llevarme, fijandome en personas que veo cada semana o, lo más habitual, que quizás nunca vuelva a ver. A última hora me ha fallado mi acompañante, asi que me he dedicado a disfrutar intimamente de un Madrid empapado.
Las gotas mojan mi pelo, corren por mi cara, se cuelan, en un fugaz baile, entre la ropa para acabar cruzando mi espalda... la gente a mi alrededor corre, los paraguas abiertos rechazando una libertad que pocas veces se puede disfrutar, negandose un placer distinto... la musica tenue de mis cascos no es capaz de tapar los sonidos de la ciudad apresurada, que, como una bestia herida, gime bajo la lluvia... los coches ronronean en la espera de un dificil tráfico, las sirenas gritan su urgencia...
El tiempo no cuenta, no llevo reloj ni nada que me pueda hacer preso de la hora. Los minutos se suceden y el agua cae mojandome cada vez más. Percibo alguna mirada fugaz y curiosa más allá de los cristales de cafeterias que no había visto nunca, en calles que no había pisado antes, refugiados bajo techo del inclemente clima. Y pocos saben que estoy en un refugio mucho más seguro a la intemperie... bajo las gotas de libertad me protejo de mis propios monstruos.
Escrito por Träne (trane1985@gmail.com) a las 2 de Diciembre 2005 a las 03:56 PMya sabía yoque la sequía iba a terminar... lluvia e inspiración. Me encanta la dualidad, me encantó el post!
Escrito por morocha a las 2 de Diciembre 2005 a las 04:56 PMJoder, sin pisarse los bajos, caminar bajo la lluvia es un placer :(
(Lo siento...)
Morocha: Gracias!! :).
Mandragora: Nada nada, te apuntas a la proxima :)
Escrito por Träne a las 9 de Diciembre 2005 a las 09:03 PM