Llevo más de dos semanas sin escribir en un blog, los días se suceden con rapidez en el vórtice de actividad en el que me veo sumido... por una vez prácticamente todo por voluntad propia, los que me rodean han dejado de exigirme lo que venían exigiendo hasta ahora, dejándome vivir un poco más a mi aire.
Clases, gimnasio, conversación de Ingles, una novela a medias, practicas... no veo la tele, no chateo, no escribo ni leo blogs, no tengo tiempo. La universidad y la academia de Ingles son un remanso de paz donde sacio mi necesidad social (y de paso me motivo pensando en un futuro no muy lejano para el que me estoy preparando), el gimnasio quema todas mis preocupaciones, gastando toda energia que se esconda tras los músculos, cuando me meto en la ducha después de dos horas de ejercicio siento que la mayor parte de mis problemas se han quedado en la lavadora con la ropa usada. Y después, cuando el cansancio se ha disuelto en el agua y ha corrido por el desagüe, solo puedo hacer una cosa, escribir, mi mente rebosa y mi cuerpo se mantiene a parte (intentando recuperar energía), es entonces cuando vuelco mis miedos en hojas de papel, cuando aquello que ha estado enterrado incluso para el ejercicio físico, sale y se evapora en una miriada de letras negras.
No recuerdo quien dijo que era mejor tener sueños suficientemente grandes como para no perderlos de vista. He perseguido un sueño durante 3 años, luchado por él a brazo partido, poniendo mucho tiempo y expectativas en que se cumpliera, recibiendo golpes y luciendo nuevas cicatrices... y aqui sigo "solo", sin que se haya cumplido. Y como hay otra meta por encima de esa, me la salto y busco nuevos caminos.
Por eso toca tiempos de cambio... porque después de tres años, y en un momento de cordura transitoria, debo cambiar una forma de pensar que se me ha grabado a fuego por el peso de la conveniencia social, por el miedo aterrador a lo evidente, por satisfacer instintos tan primitivos como podría ser huir de un edificio en llamas.
Ya lo decía Publio Terencio hace siglos: Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud.
Escrito por Träne (trane1985@gmail.com) a las 18 de Octubre 2007 a las 02:35 PM | TrackBackLo anterior a la última frase (la de Publio Terencio) es personal. Cada uno sentirá en un momento diferente y por razones únicas las ganas de romper su vaso.
Sin embargo la reflexión final es universal, todos hemos sentido la necesidad de cambiar una actitud que nos ayuda y hiere a un tiempo.
Darse cuenta de que se necesita un cambio es el primer (y creo que uno de los más importantes) pasos.
Un abrazo!!
Escrito por Jenchan a las 27 de Octubre 2007 a las 12:53 PM