Mi gato duerme acurrucado sobre la cama sin hacer, una camiseta manchada de sudor tras la sesión de ejercicio yace en el suelo, esperando que me digne a terminar de escribir aquí para recibir digna sepultura en la lavadora. En la cocina hay un montón de trastos en el fregadero que me recuerda que mis padres están de vacaciones... y que tengo que darme prisa en ducharme y hacer la comida si quiero comer algo.
Ayer recibí una severo rapapolvo de mis amigos, de los cinco sólo uno me apoya en mi idea de irme a Sudamerica unos meses a trabajar como ingeniero voluntario cuando acabe la carrera en uno o dos (como mucho mucho) años. Y dos se oponen radicalmente criticando mi sentido de la realidad (¿? Debe ser mucho más realista quedarse aqui toda la vida sin descanso, empezar a trabajar y a pagarse un piso... sin salir de aqui más que en contadas ocasiones y para viajes cerrados. Agobio).
Como de momento no tengo ni ingeniería, ni dinero para lanzarme a la piscina... estoy buscando sitios a los que llegue el tren (odio conducir, aunque me temo que deberé comprarme coche en breve)... me apetece cogerme la camara de fotos y perderme en ciudades desconocidas, en bosques profundos o donde sea que sea lejos de aquí, de lo que llevo 22 años viendo. Cuando uno no tiene dinero, debe buscarse ideas a medida... pensar como rico sin serlo es un problema.
Ya tengo una lista de ciudades, mi camara de fotos, 4 GB de musica en el mp3 y la bateria hasta arriba, los miedos bien enterraditos (que hasta que florezcan de nuevo pasará un tiempo) y un lugar donde colgar las fotos, para dar envidia a quienes no tengan miedo de quedarse encerrados en una carcel de aire, sin paredes, ni grilletes, ni carceleros... cada uno mata sus sueños cuando quiere, incluso antes de que nazcan.
Un ejército de sueños blancos y rojos galopa por el cielo, invisible y misterioso.
Las nubes y el viento van pasando y ordeno en ellos mis susurros y lamentos.
Son susurros de amor puro y lamentos de frío y soledad.
Y yo me quedo estacionado con mi cuerpo en estas sierras de nieves y de lumbres.
Mas mis sueños van contigo, viento fresco y nube algodonada.
Llevadme con vosotros a tierras agrietadas y a corazones de amor desatendidos.
Llevadme con vosotros a corazones de amor desatendidos
que quiero repartir en esos corazones este amor de invierno que me abrasa.
Y quiero dar mi luz a esos ojos cegados por la escarcha y el olvido.
Para la vuelta no os preocupéis amigo viento y nube blanca;
andaré solitario por veredas en la noche solitaria.
Comeré en cualquier camino frutos de sueños y hojas invisibles
y cualquier día volveré a ver pasar por mis sierras
con la lluvia, con la nube y con el viento
a mi ejército de sueños, aún errantes.
Sueños - Extrechinato y tú
Escrito por Träne (trane1985@gmail.com) a las 24 de Agosto 2007 a las 02:58 PM | TrackBack Hace solo 5 minutos estaba pensando lo mismo que tu, me siento encerrada en la vida monotona que llevo, me gustaría irme lejos, vivir en un bosuqe, sin tener que convivir con alguien.
Como dices, pensar como rico sin serlo es un problema...
Así que como consuelo me protejo con mi imaginación, cierro los ojos, dejo que mi mente vague ausente y me pierdo donde yo decida, hoy ese lugar es un bosque.