Estaba sentado en la terraza, mirando al cielo inmenso, oscuro, mientras nos servían la cena. Mis amigos hablaban de coches así que me he permitido disfrutar unos segundos de la brisa, del silencio más allá de las conversaciones, de la oscuridad acogedora que parece mecerte en una ligera ensoñación.
Una luna inmensa me ha devuelto la mirada, casi llena, un circulo practicamente perfecto de luz en mitad de una noche vacia. Sin estrellas, ni una sola. Me he acordado inmediatamente de una canción de Warcry, dispuesto a combatir:
"Y aunque en el cielo hoy no hay estrellas
yo se muy bien que ahí están".
Supongo que todo es un poco lo mismo. Que lo importante no deja de estar, aunque no lo veamos. Que la luz de la ciudad tapa cualquier otro destello en el insondable universo, que un puñado de bombillas pueden tapar una ardiente estrella más grande que nuestro propio planeta.
Perdemos de vista lo que nos importa. Nos lo tapan y no sabemos apartar esa tela sutil de deseos ajenos. Maldecimos la oscuridad en vez de hacer surgir la luz. Lloramos inconsolados rasgando nuestras vestiduras en una orgia de lagrimas, penas e incomprensión buscada y merecida. Caminamos por un laberinto bajo un inmenso cielo abierto, sin dejar marcas, o dejando marcas caoticas, fruto de nuestra superficialidad, no somos capaces de subir a la pared y verlo todo desde arriba por miedo a caer, pero sin miedo a no encontrar nunca la salida.
Y pensar que a veces, a pesar de todo, de saber lo que hay, de conocer las reglas del juego, el valor de los naipes, de tener una buena mano, de sonreir y flirtear jugueton con una suerte agradecida, simplemente no vemos. Cuando las palabras no son más que un puñado de traicioneras letras. Cuando las costumbres y exigencias de la sociedad no son más que acciones vacias pasadas de generación en generación, con distintos nombres pero de igual espiritu, durante siglos de ignorancia donde ser diferente, aunque sea eso lo que necesitas para ser feliz, está mal visto. Cuando las bombillas no son más que resistencias incandescentes y la luz no signifique la ausencia de oscuridad.
Algun dia habrá que apagar todas las bombillas. O hacer arder el universo entero. O pintar las estrellas en el techo de la habitación... ¿que más da? con tal de saber que simplemente están ahí.
¿Que ocurre si te da por pensar y descubres que uno de tus sueños es falso? Como ese dorado en las "joyas de oro" que puedes quitar con la uña. Como los vasos irrompibles que se rompen con el agua caliente. Como suspender la asignatura que todo el mundo dice es la más facil de la carrera (ejemplo que ahora debo poner obligado por las fechas que son). ¿Como debes sentirte? ¿Enfadado? ¿Desilusionado? ¿Expectante?
Mi lado practico sonrie, le veo morderse el labio a punto de dar saltos. Le cuesta contenerse, parece que el suelo quema pues no para de moverse impaciente y contento. Este sueño era una atadura constante.
Mi lado cínico llora, es el que debe dar la cara a un mundo que no se va a tomar a bien ciertas futuras decisiones. Es el que más golpes se va a llevar.
El yo más vulnerable suspira entre aliviado y resignado, con miedo por ver que va a pasar. A quien prefiere lo malo conocido a lo bueno por conocer... pero si estar por conocer, ¿como sabemos que es bueno?
La parte creativa asiente comprensiva, ahora entiende muchas cosas. Tiene una expresión mezcla de júbilo y sorpresa, esas cosas que pasan cuando descifras un misterio de los raros. Creo que de un momento a otro dará un salto y un grito, satisfecho de sus conclusiones.
El conservador mira con recelo al liberal. Simplemente no es lo esperado. El liberal mira con recelo al conservador. Tampoco este se lo esperaba. Los dos piensan que el otro hace trampas.
El paciente espera, sin prisas ni ansias, lo que tenga que ser será. A veces se le confunde con la resignación, pero bien sabe que no es así, sabe que algun dia a todos se les iluminarán las ideas y comprenderán.
El misterioso se frota las manos mientras sonrie maliciosamente, consciente de que todo espectador ajeno a la reunión debe estar completamente perdido. Estupendas sombras para sus bailes.
El responsable pide calma, todavía hay sombras. Y mira enfadado a sus alborotados compañeros, deberíamos estar estudiando un rato más al menos y despues dormir para el examen de mañana. Maldice que los posts deban ser escritos a estas horas siempre el dia antes de un examen, pero es que nadie decide cuando se junta el gabinete de crisis...
El pesimista asiente con la cabeza, una crisis, el optimista asiente con la cabeza, una crisis. Uno sonrie amargado y el otro sonrie contento... por lo visto los cambios dan que pensar y no a todos les gusta moverse.
Por hoy se cierra la sala de reuniones.
Una función de tres variables me mira mal desde el folio medio inclinado en la cama, segun se ha quedado antes de irme a cenar. Quiere que la diga cuanto volumen está ocupando seccionando un cilindro y la cantidad de flujo que pasa a través de dicha sección ondulante.
Mañana tengo un examen donde me juego varias cosas, entre ellas poder presentarme tranquilamente en septiembre a asignaturas más intensas, más de lo mio. Y estoy aqui, escribiendo...
Hace un par de horas recibí un email, de esos que te paras a leer 4 o 5 veces. Mitad porque cuesta creerselo, mitad porque necesitas creertelo. Desde que tengo el blog, este pedacito de folio en un mundo lleno de libros, me han dicho de todo, gente que ha llorado al leerme, gente que se ha animado a escribir su propio blog, otros que me han apoyado o ensalzado (viva la palmada en la espalda, tan necesaria a veces), tambien me han criticado, insultado, abandonado, redescubierto... pero sin duda, los emails que más me han impresionado siempre, y que todavía me dejan con esa extraña sensación en el cuerpo son aquellos de personas que te cuentan sus problemas, que confian en un autentico desconocido simplemente porque han leido sus palabras, en una casualidad fruto de google, esas personas que de repente deciden leerte durante horas seguidas, que deciden sufrir un poquito con tus sufrimientos, llorar con tus lágrimas, reir con tus chistes malos y soñar con tus sueños.
El que he recibido hoy bien podría servir como argumento para una de esas novelas que tengo a medio escribir, guardadas en carpetas, apiladas en un rincon de mi mesa de estudio. Hace palidecer mis penas. Y me emociona intensamente que me diga "te comprendo", para despues darme las gracias por insuflar un poquitin de animo en su vida. Joder, yo que dramatizo arañazos de la vida y hay gente que ha sufrido zarpazos de los de verdad y se para a leer y confiesan sonrisas, lágrimas y ceños fruncidos con mis palabras.
A veces me cuestiono todo, toda lucha, todo esfuerzo... A veces dudo de nuestra función aqui, del papel que representamos, del lugar que me corresponde... solo tengo que echar mano de estos emails, de esos que dicen "No tendrás novia, esa princesa a la que salvar de fieros dragones. No tendrás armaduras que te protejan de esos miedos de afilados colmillos. Correrás sin rumbo. Lucharás sin un objetivo claro. Pero cuando pares, y sientas frio, piensa que has ayudado a otros, que tu fuego ha iluminado, te robo una idea que leí en tu blog, hasta una vela es capaz de plantar cara a la oscuridad". Y de nuevo tiene sentido la lucha, aunque sea por unos minutos.
El agua fria arranca de mi garganta los ultimos resquicios del amargo sabor del café. Una impersonal luz blanca ilumina medio centenar de folios de papel reciclado y otros tantos folios blancos llenos de garabatos indescifrables. Un solitario boligrafo bic azul, ya casi gastado, aguarda impaciente para seguir escribiendo numeros, formulas, notas aclaratorias.
Noto como se repliega. Si hace unas semanas hablaba de su despertar, ahora debo decir que se va, ese Träne de la espada en la mano y la media sonrisa. Los miedos, como si fueran perros atosigando a un oso herido, han hecho un par de amagos de ataque, tanteando la nueva situación de las defensas. Han olido la sangre de las heridas abiertas, las nuevas y las viejas, incluso de alguna que nunca parece cerrarse del todo.
Y huelen el miedo. Saben que ahora no recibirán tantos golpes si atacan, casi parecen sonreir en un gesto demasiado humano. Hace un par de noches comentaba a una amiga por email que notaba como ese Träne frio tomaba fuerza de nuevo, que estudiaba mejor, menos cansado y más horas, que los fracasos eran oportunidades para aprender de mis errores, que los miedos sólo eran entrenamiento para ser más fuerte... debía ser uno de los ultimos estertores. Espero que esta noche sólo se haya tomado un descanso...
"En una vida más corta de lo aparente, es muy significativo el peso especifico de las pulsiones afectivas y sexuales (pero sin arrodillarse ante el pansexualismo). La atracción afectiva o sexual conlleva una vivencia de belleza, un sentimiento estético que sólo entiende quien lo vive. Si se racionaliza, se estropea, es otra frecuencia. No obstante, razón y sensibilidad deben pactar continuamente para llegar a la unidad de acción. No es aconsejable hacer un absoluto de los ESTUDIOS ni de las AMISTADES. No es aconsejable hacer un absoluto de nada, ni del dolor ni del placer, ni de las personas ni de las ideas, ni de un hombre ni de una mujer. No existen ni el hombre ideal ni la mujer ideal. En realidad, los absolutos son montajes subjetivos que nos hacemos, aunque a veces sean montajes muy "razonables".
No propugno ningún tipo de asepsia afectiva. Al revés, no haríamos nada serio sin pasión. Sólo sugiero que cada vez que hacemos algun absoluto de algo o de alguien, nos acabamos equivocando. Aunque este absoluto fuera el Cosmos, la Humanidad, Dios, un hombre, una mujer, la familia, el trabajo de toda una vida, la propia supervivencia o lo más trascendente que se nos ocurra. La razón es bien sencilla: cada idea que yo me hago de un absoluto es RELATIVA. La propia experiencia nos enseña cómo cambian sin parar las coordenadas vitales o ideologicas de los individuos y de los pueblos. Incluso aunque exista un absoluto, no lo podemos objetivar ni transmitir como absoluto."
Pedro Mendonza - Atrevete a pensar
No es la primera vez que cierto instinto me mete en un problema.
Paseaba con una amiga por el Retiro, uno de mis lugares favoritos en Madrid, en un descanso de mis obligaciones estudiantiles y hablando de nuestras vidas que no se cruzan desde hace varios meses. Dia medio lluvioso y fresco, lo justo para que apenas haya gente.
Estabamos caminando por uno de los multiples caminos llenos de arbustos y arboles cuando veo que alguien camina cerca nuestra. No le doy mucha importancia. Al poco veo que se acerca demasiado, apenas me da tiempo a girarme y sacarle de un golpe la mano del bolso de mi amiga... sale corriendo... y yo detrás (sin saber si había robado algo o no).
Cuando llevamos no más de 20 o 30 metros corriendo veo que no tiene nada en la mano y que por tanto no ha podido robar nada. Pero no me paro, no se porqué, supongo que por la rabia que siempre me han dado estas cosas. No debe tener más de 17 o 18 años, tez aceitunada, probablemente marroquí, aunque no hubiera podido decirlo con certeza, ni corpulento ni alto. Aprovechando que mis piernas son más largas he ido dandole alcance poco a poco, normalmente el esfuerzo hubiera sido demasiado para mi cuerpo, que está perdiendo forma, pero la rabia me inundaba y nada me hacía pensar que era mejor no correr para no encontrar sorpresas desagradables, cuando más lo necesitas, esa molesta voz que te martillea en eternas noches se calla.
Cuando apenas nos separan unos metros, veo que otra figura sale más adelante, nos mira y corre hacia nosotros, el delincuente duda, no sabe por donde meterse, finalmente intenta hacer un quiebro que hace que el otro hombre que venía de frente y yo mismo le atrapemos en un lio de brazos. Le cojo por la muñeca, se la llevo por detrás de la espalda y siento una necesidad imperiosa de darle un rodillazo en las corvas para que cayera al suelo, me controlo sacando fuerzas para aplacar la ira (no es justo que pague con uno solo la impotencia que me han hecho sentir muchos de ellos, cuando en otras ocasiones no me he metido en medio por cobardía).
Ese hombre me comenta jadeante que el mocoso ese le había quitado el telefono movil pero que su mujer ya había llamado a la policía. Llega mi amiga (todo ha sido en una recta y no nos ha perdido de vista) y poco despues la mujer del hombre ese. Como parece que la policia tardaba en venir, obligo al chaval a sentarse en un banco para tenerle bien vigilado, en un principio parece que no me cuesta mucho pues le saco casi una cabeza y le gano en corpulencia, pero intenta meterse la mano en el bolsillo, lo que me obliga a darle un golpe (más bien un empujon) en el hombro que casi lo tira al suelo (la última vez que me hicieron eso fue para sacar una navaja, soy un tanto rencoroso y ya no me fio). El hombre, más "calmado" despues del esfuerzo, empieza a gritarle y por un momento pensaba que iba a pegar al ladrón... justo entonces llega la policia.
Había robado el movil de ese hombre, dos carteras con documentacion (de britanicos, por lo que comenta uno de los policias) y algo de dinero y nada más. En total menos de 300 euros, insuficiente siquiera para denunciarle como delincuente, incluso llevando la navaja ya que no llegó a amenazarnos con ella (casi...). Los policias le piden documentación que dice no llevar encima, se queja con un fuerte acento arabe, murmura algo de que le hemos pegado (¿?). El hombre al que habían robado el telefono vuelve a estallar en ira y tiene que intervenir uno de los policias para que no le pegue de verdad. Finalmente se lo llevan a comisaria, se va riendo.
Cuando la rabia desaparece y la adrenalina se disipa, piensas en porque has corrido, porque no le has dejado marchar sin más cuando sabías que no te había robado nada. Se que la violencia no arregla nada, pero he sentido instantes en los que por poco vence la ira y la rabia al raciocinio... no dejamos de ser animales en la teoría de Darwin, aunque me alegra pensar que todavía podemos controlarnos de vez en cuando.
Miles de gotas de agua caen en silencio, se ven a contraluz de las tenues farolas. Cuatro banderas ondean a pesar del agua, pero el viento tiene suficiente fuerza para mover la humeda tela. Suficiente como para hacer inservible un paraguas. Algunas figuras se protegen en los soportales de la inesperada tormenta, una unica sombra atraviesa la explanada del campus, plagada de oscuridades. Un pequeño parentesis de paz en la ciudad.
El agua golpea contra los desnudos brazos, contra el cuello y el pelo, contra la cara. Cierra los ojos un momento y sueña. Nueve mil quinientos sesenta y uno con tres. Un parpadeo es suficiente para dar ese salto. Para sentir un cierto alivio. Para olvidar por unos momentos la lluvia. Casi puede sentir el dulce y calido sabor de sus sueños deshaciendose en un dia soleado, como un caramelo en la lengua.
No hay estrellas. Ni luna. Solo un puñado de farolas separadas por decenas de pasos. La ponzoñosa agua tardará todavía un rato en ser pura, y los rios que corren por su piel le arden en las heridas. Toma aire y sale de la petrea protección de un enorme edificio, allí el viento es racheado y tiene más fuerza, las gotas de agua desagradablemente calida parecen balas que rebotan contra su humeda ropa y dolorida piel.
Se esconde un poco más en si mismo antes de cruzar un rio artificial cuyo cauce seco suele llevar coches. Por un momento fantasea con enormes dragones que atacan a caravanas de caballos asustados, fantasea con ser un heroe, de esos que no se deshacen con el agua, sueña con liberar a la princesa, que le agradece el peligro con un beso. Rodea la fortaleza del malvado mago que le observa vigilante con sus hechizos, simplemente esperando para dar la orden a su fogosa mascota. La oscuridad es casi total, apenas brillan mágicas luces feéricas. Saborea, con evidente placer, la adrenalina, tensa los musculos, salta un charco de acido puro, balancea los hombros y asesta un fuerte golpe en el morro del monstruo, siente la calida sangre corriendo por sus brazos...
... el agua todavía le hace escocer los arañazos cuando dobla la última esquina. Ya queda poco para refugiarse en su hogar. Le gustan los dias de lluvia, hacen volar la imaginación, normalmente atada al suelo con las cadenas de la realidad. Aunque todavía piensa que ojala hubiera habido princesa que le diera un beso por liberarla. Total, un dragón escupefuego no es mucho más peligroso que los miedos que hay que afrontar dia a dia.
Al vivir cerca de Madrid, considero casi normal haber visto varios lugares donde ha habido atentados de ETA justo despues de un atentado. Más imagenes de dolor surgieron con el 11M, sobretodo teniendo en cuenta que sucedió en un lugar muy conocido por mi y que perdí a dos conocidos. Y por último, el 3 de abril, cuando varios terroristas se inmolaron en mi ciudad, pude ver todo el despliegue policial y hasta sentir la explosión desde mi casa, a pesar de la distancia que me separa de aquel lugar.
El caso es que el dolor continua ahí, pero enmascarado, las familias lo sufren en silencio, pues la ciudad pronto teje sus telarañas de normalidad y poco a poco la vida vuelve a su cauce, a pesar de que haya familias que no podran recuperarla nunca. Recuerdo que poco despues del 11M, no veías a nadie reirse en voz alta en los bares, como es costumbre, parecía casi delito reirte en la estación de Atocha, o alrededores, algo comprensible dada la magnitud de la tragedia, pero poco a poco la gente se construye de nuevo sus paredes derruidas y todo vuelve a ser como antes (o casi). Eso es bueno, mientras no olvidemos, es necesario hacerlo, seguir viviendo.
Pero veo por la televisión cosas que me aterran, porque se que hay sitios donde no se podrá recuperar esa normalidad en demasiado tiempo. Hace años, quizás 8 o 9, vi una escena que me ha marcado, tanto que todavía la recuerdo a pesar del bombardeo constante de situaciones parecidas. Un hombre muy alto y delgado de tez oscura y barba y pelo blanco huia renqueante en una zona de conflicto bélico, dos soldados blancos (por aquel entonces no me fijaba tanto, asi que no se la nacionalidad), que corrían a su ritmo, uno a cada lado, torturandole con la esperanza de que podía huir, ellos apenas hacían esfuerzo a pesar de ir cargados con pesados fusiles, el hombre con el que "jugaban" se cubría la demacrada faz, demasiado delgado y debilitado por las privaciones. Siguió corriendo hasta que los soldados, cansados del juego, decicieron parar, apuntar y dispararle por la espalda... todo grabado desde una camara a poca distancia.
Hace unos minutos, he visto imagenes de palestina, como varios miembros de Hamás disparaban contra algunos refugiados en una mezquita. Un hombre ha salido a defenderlos, plantandose delante de uno de los pistoleros, y se ha liado a empujones, mientras este intentaba sin exito dispararle a las piernas. La camara corta la grabación en ese momento y no se ve el desenlace, pero supongo que no será bueno para el hombre que intenta inteponer su cuerpo entre lo que parece una guerra civil declarada y abierta.
Hay cosas que me siguen aterrando, despues de todo.
Llevo unas semanas rumiando que hacer cuando acabe la carrera, me quedan un par de años como mucho mucho, quizás (con suerte) un poco más avanzadas estas fechas el año que viene tenga mi titulo en la mano (bueno, eso ya es confiar demasiado en la suerte).
Tengo tres opciones, si para cuando acabe tengo piso o novia (sigamos confiando en la misma suerte del parrafo anterior), mi duda se resuelve. Pero de no tener nada de eso, tengo decidido irme un año, ¿Irlanda o China? Ambas opciones reportan fuertes ingresos y grandes oportunidades para un ingeniero recien titulado con cierto conocimiento del Ingles. La otra opción es dejar de lado por un año los beneficios economicos, y apostar por los beneficios sociales, es decir, escaparme a Africa (Sudamerica creo que tambien está ofertada) y trabajar con alguna de las innumerables ONG's que se dedican a trabajar para mejorar infraestructuras... ¿y que mejor que una ingenieria electrica como acreditación para aportar un minusculo grano de arena?
De Africa precisamente robo un dicho: "Los mares en calma no dan buenos marineros"
A mi espalda yace mi ultimo enemigo. El vapor de batallas pasadas le envuelve, en el silencio de la noche. No gime, no llora... sonrie. Sabe que me ha vencido, descansa.
La sangre, que es tinta para emborronar trozos de papel ya usados, corre por mis brazos, mis muñecas, mis manos. Con la mirada nublada por el esfuerzo.
He maldecido a Thor, a Sejmet, a Badb, a Marte y a Ares, todos los dioses y diosas de la guerra que conozco, por no dejarme descansar en la eterna danza de la lucha constante. Por mandar a sombras para aterrorizarme cada vez que enfundo mi espada para descansar. Cada vez que la dejo en el suelo para beber un sorbo de agua. Cada vez que la clavo en la tierra para limpiar la hoja.
Me envuelve un hálito de oscuras brumas que solo me deja dos opciones, adelante y atrás, sin saber en que dirección voy. No se cual es el Sur o el Norte, sólo soy consciente de la espada que porto. Ni recuerdo por donde sale el sol, Oeste o Este, da igual, solo hay un potente astro o una miriada de pinchazos de luz en el cielo, sin termino medio.
Mis musculos se resienten, mis ojos lagrimean por el esfuerzo de tenerlos abiertos, el sudor recorre mi pecho, mi espalda, mis brazos, mis piernas... por un lado no paro de maldecir a quienes me han puesto aqui, porque hace mucho que nadie se acerca. Por otro me maldigo a mi mismo, porque se me da bien hacer algo que no me gusta hacer... mientras tanto, mientras surjan respuestas, seguiré dando espadazos a mis enemigos, da igual si pierdo o gano, cada herida se cierra cuando aparece la primera estrella, tanto las suyas como las mias... y seguirá siendo así mientras no suelte la espada...
Maldeciré en voz baja a los mismos dioses y diosas de la guerra, no sea que me escuchen y decidan quitarme la espada y levantar las brumas. Hay que tener cuidado con lo que se desea, no sea que se cumpla.
...
Ya aparece la primera estrella, en breve volverán a sonar los cuernos de batalla, a son de cuyos brámidos bailamos , en una guerra sin bandos, sin vencedores o vencidos, donde las verdaderas alianzas son tan escasas como dioses que escuchan nuestras maldiciones y plegarias.
En el fondo no puedo evitar encaminarme a cada nueva lucha, cada mañana, con animo renovado y con una sonrisa en los labios... no deja de ser una de las pocas cosas que se me dan bien.
La oscura barba de 2 semanas oculta media cara, las pocas parcelas de piel que quedan se muestran palidas, excepto unos tonos ligeramente violaceos bajo los ojos. El pelo revuelto. Un largo y reciente arañazo que recorre media mejilla, perdiendose entre el vello facial.
El sabor amargo del café en la boca, que no ha podido quitar si quiera un concienzudo cepillado de dientes ni el tiempo transcurrido desde la última taza. Dolor de garganta incomodo, rasposo, como si tragases cristales.
Noche febril intranquila de sueños extraños y sin descanso reconfortante. A juzgar por las sabanas revueltas, no es solo mi mente la que no ha descansado, el olor acre del sudor confirma que ha sido una noche agitada.
Necesito una larga ducha que relaje mi cuerpo y limpie el sudor de mi piel, algo suave que calme el ardor de mi garganta y apacigüe el dolido estomago harto ya de café. Necesito cerrar los ojos un rato. Descansar de verdad unos minutos.
Odio el espejo que me muestra mi propia imagen tras una incomoda noche, demasiado estudio, demasiada actividad... pero no puedo negar que he vuelto a sonreir al verme así, un rato porque me he dado un poco de miedo y otro rato porque adoro estar combatiendo, aunque no siempre gane todas las batallas...
Servicios de inteligencia militares españoles advierten que el terrorismo islamista supone ahora un peligro igual, o incluso superior, que momentos antes de los atentados del 11 de marzo de Madrid. Al Qaeda extiende su amenaza a España hasta que retire las tropas de todo territorio musulman, incluyendo Al Andalus.
Servicios de inteligencia españoles y franceses advierten que terroristas de ETA están preparando nuevos atentados, que tienen la capacidad para ello y no tardarán en hacer algo a gran escala.
Iran sigue aumentando su producción atómica, en un principio sólo para dar energía a su país, aunque observadores internacionales dudan seriamente de este proposito. Peligroso teniendo en cuenta lo cerca que está España de ese pais.
Rusia advierte que si EEUU finalmente constituye un escudo antimisiles y cubre con él a Europa del Este, dirigirá sus misiles contra el resto de paises europeos.
Por si tuvieramos pocos problemas propios con el precio de las viviendas, el aumento de la delincuencia, trabajos precarios y sueldos muy ajustados...
Joder, que ganas de parar el mundo y bajarse, es que incluso siendo egoista y pensando en uno mismo exclusivamente, ya hay problemas suficientes como para deprimirse (peor es si pensamos en el resto de desgracias a lo largo y ancho de este mundo). Lo más grave es que todo esto no es lo que me hace ocultarme tras palabras escritas en largas noches (egoismo autocompasivo)... que curioso es el ser humano, y que asco me da cada vez que profundizo más en él.
Llevo unas semanas con la necesidad imperiosa de viajar, de moverme. Como si quedarme quieto aqui, en mi ciudad, en mi entorno, me atase dia a dia cada vez más, profundizando raices que luego costará más arrancar.
Necesito evadirme, "huir" hacia delante (o hacia atrás, pero moverme). Cada vez me agobia más la idea de una próxima rutina, no es miedo al futuro, si no a que mi futuro sea monótono.
Acentua mi sensación de soledad a veces, incomprendido. Necesito aire nuevo, respirar bajo otros cielos. Esta es una de las cosas para las que no hay números suficientes, ni telas, ni palabras que puedan ocultarlo.
Hay veces que hasta me alegro de estudiar. Mis luchas particulares con las asignaturas me pueden llevar horas de trabajo ininterrumpido. Llega un momento en que no tienes que mantener la burbuja, se mantiene ella sola, no hay problemas más que los que están escritos. No hay miedos que te muerdan los tobillos. No es que me guste especialmente estudiar, pero una vez puestos, el mundo se reduce a una mesa iluminada con un foco de luz blanca, 3 montones de folios (apuntes, ejercicios y hojas en blanco para hacer los ejercicios), una calculadora, un puñado de boligrafos y un par de auriculares con música.
Hay veces que pienso que más que una herramienta para el futuro, se convierte en una herramienta para el presente, por mucho que a veces ciertos pensamientos incomodos rompan la muralla de numeros... no hay fortalezas perfectas, pero al menos estás a cubierto.
Miro mis manos, mis brazos, llenos de cortes y arañazos, parece que hago algo interesante, es la primera vez que me imagino mi propia vida. Normalmente juego a imaginarme la de los demás, ¡la mia ya la conozco!.
Quizás domador de tigres, aunque solo dome a un gato que juega a ser tigre. Pero domador no. No. Porque no logro domarme a mi mismo, no logro apagar ciertos fuegos que arden, y supongo (espero), no dejaran de arder a pesar de que lluevan los propios mares.
Puede que alguien que se dedica a salvar a otras personas y tenga los brazos arañados de los hierros que atrapan las vidas de los demás. De meterse en estrechos tuneles de afilados cantos que arañan hasta el rincon más oculto de la esencia del ser. Tampoco me convence, ojala pudiera salvar a alguien, pero tengo miedo del miedo para salvarme a mi mismo de mi mismo y del mundo al que no entiendo y que no me entiende.
Incluso puede que sea alguien que no tiene miedo de la realidad o la fantasía y se gana la vida con complejos trucos de magia y palabras. Jugando con luces ardientes como si se trataran de bolas de sueños apagados, totalmente inocuas. Y todo nuevo truco requiere varios cortes hasta que aprendes a hacerlo bien... pero no entiendo de trucos, ni de sueños, ni de magia...
Y hoy he visto un cartel con un almendro en flor.
Y quiero escapar, para que mis heridas en los brazos sean algo interesante. Huir hacia delante y sin mirar atrás, ser domador de sueños y caminos.