Media docena de figuras danzan alrededor del fuego, el rojizo resplandor acota la noche cerrada en un pequeño circulo medio en penumbras. Los bailarines, de sexo imposible de definir bajo largas, oscuras y pesadas tunicas, se mueven espasmodicamente al ritmo de un sinfin atronador de tambores, musica que proviene de más allá del lindero visible, envolviendo la palpitante imagen.
Los reflejos del fuego sobre las negras tunicas parecen hilos de sangre llenos de vida, cambiando la dirección al ritmo de los impulsos de los danzantes misteriosos. Ni la luna, ni las estrellas están invitadas y su luz blanca está ausente, hasta tal punto que las propias ropas que ondean en el reducido espacio iluminado parecen emanar una luz propia, oscura.
Una de las capuchas cae en un giro de su dueño, dejando a la vista unos afilados rasgos, el pelo negro liso y largo gira en torno a la cabeza, cubriendo como arañazos la palida piel de la cara, que ahora luce rojiza. No se molesta en ocultar de nuevo su rostro, danzando al ritmo arritmico de los tambores.
Poco a poco los tambores callan. Lo que hasta hacía unos momentos parecían miles de caballos desbocados sobre una ladera llena de rocas ahora no son más que leves susurros, breves toques con la llema de los dedos sobre la piel tensa del instrumento. Un susurro lleno de palabras ocultas, de miedos oscuros, de sueños rotos, de gestos dolientes. Las figuras frenan su frenesí, siguen girando, cada vez más lentos, pero sus movimientos ahora son fluidos, al principio como agua, pero poco a poco casi inhumanos, como el humo, a medida que el sonido se extingue hasta el silencio.
Y el fuego crepita con más fuerza, como si un ser invisible hubiera echado leña.
Con este gesto invisible los tambores rompen el silencio en un atronador mazazo que hace retumbar el suelo y el aire, para seguir despues con ritmos más rapidos, enloquecidos. En el circulo los bailarines responden a la llamada revolviendo sus cuerpos hasta lo imposible, proximo a la desmembración de sus cuerpos. Saltan y giran, realizando complicadas y rituales piruetas, dejando que el calor del fuego lama sus rostros cubiertos de sudor.
Sin descanso.
Normalmente por estas fechas suelo mandar un email multitudinario a algunos de mis contactos, hago spam a 40 o 50 de las personas de las que están en mi libreta de direcciones de correo. Suelo intentar mostrarme un poco más como soy y hablo de los "por qués", de porque escribirles, de que siento, de que quiero hacer. Todavía estoy pensando si hacerlo este año o callarme de una vez, y sumarme a todos los que mandan emails en cadena, de esos que si estás saturado no puedes sentirte culpable por borrarlos sin más.
Es innegable que para mi este año ha sido de transición. Puede parecer que nada ha cambiado mucho, pero no hay que juzgar a alguien por las circunstancias que le rodean si no por como se desenvuelve en ellas, y en eso creo que he cambiado algo, no mucho, pero sí un poquito. Sigo en la universidad (un año más!), volví a Irlanda un mes en verano, en vez de 21 tengo 22 años, sigo susurrando el mismo deseo a toda pagina en blanco que quiera escucharme, mantengo relación con casi las mismas personas que el año pasado (salvo algunas tristes ausencias) y he cambiado un puesto de gestor de una organización social por un puesto de tesorero en otra. Nada sustancial ha hecho cambiar mi vida salvo el ir viviendo.
Pero este año he sido más feliz, he aprovechado más el tiempo, siento que mi vida es más mia. Sigo sufriendo con los fracasos pero ahora ya no tienen tanta importancia, he descubierto que hay terrores más tangibles que otros, que es compatible tener miedo y ser digno, que hay derrotas que duelen menos que algunas victorias y que es mejor encender una luz que maldecir la oscuridad.
Las palabras fueron avispas
y las calles como dunas
cuando aun te espero llegar
(de un momento a otro)
En un ataúd guardo tu tacto y una corona
con tu pelo enmarañado
queriendo encontrar un arcoiris infinito
Mis manos que aún son de hueso
y tu vientre sabe a pan
la catedral que es tu cuerpo
lo será del enemigo
Eras verano y mil tormentas
y yo el león que sonríe a las paredes
que he vuelto a pintar del mismo color
No sé distinguir entre besos y raíces
no sé distinguir lo complicado de lo simple
Y ahora estás en mi lista
de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas la chispa adecuada
Escribe con carbón en mi pensamiento
que cruzamos océanos de tiempo
dibujando los garabatos de mis fantasías
poco es tanto cuando poco necesitas
El fuego que era a veces propio
la ceniza siempre ajena
blanca esperma resbalando por la espina dorsal
Ya somos más viejos y sinceros y que más da
si miramos la laguna como llaman ala eternidad
de la ausencia
No sé distinguir entre besos y raíces
no sé distinguir lo complicado de lo simple
Y ahora estás en mi lista
de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas la chispa adecuada
No sé distinguir entre besos y raíces
no sé distinguir lo complicado de lo simple
Y ahora estás en mi lista
de promesas a olvidar
todo arde si le aplicas la chispa adecuada
Heroes del silencio - La chispa adecuada
La sexta o septima vez que uso este titulo para un post... pero es que ni puedo ni, sinceramente, quiero evitarlo. Me parece tan descriptivo para todos aquellos que hayan pisado las calles de la capital alguna vez.
Ayer necesitaba pensar, y aprovechando que mi otra forma de pensar (escribir) está pasando por un bajón creativo, me dejé caer por las atestadas calles del centro, decenas de miles de personas caminando, comprando, algunos bailando, cantando... una chica sola llorando, un hombre pidiendo limosna, otra chica llorando, un niño enfadado con los padres, unos padres enfadados con la hija, un chico mostrando indeferencia con el resto de lo que parecía su familia...
No, hoy no voy a escribir sobre hadas de bonitas caras que me tienden la mano en la puerta de un enorme castillo, ni de enanos gruñones caminando a la par por los pasadizos de una cueva rodeados por una ciudad enorme a la que nunca ha llegado la luz del sol. Hoy no voy a disfrazar historias ajenas... ¿no es bastante interesante ya solo con observar las puertas abiertas durante unos segundos?
Pero sí disfrazo mi propia historia, ya que no es nada interesante y tengo demasiado miedo a contar las verdades sin pintura. Curioso, tengo miedo a que se conviertan en realidad mis sueños más intimos... por suerte en Madrid nadie pregunta, y pude caminar bajo las estrellas sin miedo a que me juzgaran, total, ya se lo que me iban a decir. No por llamar mucha veces cobarde a alguien se consigue que sea más valiente.
La mayor derrota del ser humano es conformarse. No seguir intentando mejorar nuestras vidas. Total, no tenemos otra cosa que hacer aquí.
"Sólo cuando uno asume que la vida es finita, pierde el miedo a que se acabe"
Y no es pesimista... es una forma de ver que la vida merece ser disfrutada. De cerrar el grifo de los lamentos. De pensar, que, por una vez, podemos vivir sin miedo a que todo nos salga mal. ¿Que puede ser tan malo?.
Lastima que cuando uno empieza a interiorizar esto, otros te cojan y te echen abajo, y pisoteen tu necesidad de ser feliz. Lastima que la gente intente imponer su vida llena de infelicidad para que tu vivas la misma, para que no tengas derecho a elegir por ti mismo un camino sin victimismos
Bueno, soy un tipo tenaz. Es inevitable que la infelicidad de otros (aunque sea voluntaria) nos afecte, pero solo en nuestras manos queda si lo aceptamos para nosotros o preferimos elegir el otro camino. Hoy me quedo en el suelo, respirando el polvo que se ha levantado en mi caida. Mañana no hay excusa para levantarse y seguir andando.
Siempre, desde que tengo poder de decidir que ropa llevar (desde los 15... entonces 7 años), he llevado botas bajas, de esas que te quedan a la altura del tobillo. Porque aguantan mucha "tralla", porque sujetan el tobillo y eso es cómodo para andar, porque son impermeables, porque pises donde pises, no notas nada con la suela de 2 cm de goma y, ¿por qué no?, por la estética, por el rollo ese medio aventurero que confieren.
Y siempre, desde hace 7 años, me han costado 30 euros el par de botas, par que me duraba todo el año de uso ininterrumpido y solo alternado ocasionalmente con deportivas para hacer deporte y zapatos para el traje (botas con traje... no...).
Mi sorpresa ha sido al ir hoy y ver que ahora valen 60 euros, el doble. Al preguntar a la dependienta (por curiosidad) me ha respondido que es que ahora Levi's está sacando al mercado ropa "casual", y en esa linea han sacado unas botas que valen mucho más, pero que aprovechando, pues suben todas...
Pues aprovechando, #~"$$_&% en Levi's, porque llevo 7 años vistiendo "casual", y ahora, que me pilla la moda sin yo quererlo, voy a tener que pagar los caprichos de otros.
Solo me queda rogar porque no se ponga de moda el escribir, que solo faltaba que me pusieran a precio de oro los folios y la tinta... si al final me voy a tener que poner a trabajar antes de terminar de estudiar para pagarme mis pocos y sencillos caprichos.
No he podido evitar el sentir cierto orgullo al ver que uno de mis posts, escrito ya hace un par de años, ha sido publicado en un foro sobre escritores, entre textos de escritores de verdad.
http://www.grupobuho.es/mensaje-foro/94249-el-reto-de-la-pagina-en-blanco/start/0
La modestia hoy no es una cualidad a tener en cuenta. A cualquiera le parecerá una tontería, pero el mero hecho de que alguien se moleste en copiar y pegar uno de mis textos en otro lugar ya es suficiente como para que se me hinche el pecho.
Me encanta Madrid de noche, "food for though" ("comida para la mente" como dicen los ingleses). Un grupito de chicas con fuerte acento catalán gritando y bailando en las calles de huertas, lugar de copas mítico, "aquí hemos venido a disfrutar" a la vez que agitaban sus vasos y compartían sus pensamientos con media calle, calle que, acostumbrada a estos lances, no hacía mucho caso. Otro grupo, esta vez de gente algo mayor, y más tranquilos, esperando en la puerta de un local a que salieran todos. Calle arriba se escuchan cantos y risas, otro grupo de feminas en despedida de soltero, con sombreros ridiculos y objetos de extrañas formas en las manos.
De otro de los locales salen un par de chicos, por la forma de hablar madrileños, "hablando" a voces mientras esperan que se presenten otro par de amigos y juntos decidiendo como entrar al grupo de chicas catalanas que siguen cantando.
Ya nos vamos, cuando nos cierran, y no se como acabará la escena, camino del autobus nocturno, paso por un parque con tintes especiales, de muchos recuerdos. Un chico joven, sentado solo y mirando al frente, a nada en particular, espera. Apenas unos grados sobre cero y el ambiente es tremendamente frio, pero allí está, casi sin parpadear.
El autobus repleto de gente, el servicio nocturno tiene menos vehiculos y nos aglutinamos en los pocos que pasan. Un viaje teñido por conversaciones de todo tipo, tanto nuestras como de la gente que nos rodea, acabas hablando con quien tienes cerca, aunque no le conozcas. Cosas de los roces.
Y al llegar a Leganes, las calles iluminadas por amarillas farolas duermen vacias. El sordo rumor de la fuente central en la plaza emblematica de la ciudad me recibe. Mi ciudad. A pesar de ser casi 200.000 habitantes, la zona centro solo acoge a 15.000 almas, y no hay ninguna por la calle. Tan solo el leve zumbido del alumbrado público me acompaña hasta la puerta de mi casa.
4:36
Me encanta Madrid de noche. Y mi ciudad. El ambiente bohemio de una y la tranquilidad de la otra. Me encantan los contrastes.
De pie, inmóvil, dejando que el agua de la lluvia lave su fría piel, que el sol oscurezca su pétrea apariencia. Indiferencia en estado puro.
Su vacía mirada está fijada en el mismo punto desde hace tanto tiempo que la pereza le impele a no buscar nuevas imágenes que mirar, como si girar su cuello fuera a rompérselo.
Se asegura que está esperando a que algo merezca la pena para cambiar de postura. Y lo que nos hace estar a la espera a menudo no es la paciencia si no el miedo.
"El nacionalismo sólo permite afirmaciones y, toda doctrina que descarte la duda, la negación, es una forma de fanatismo y estupidez".
* Jorge Luis Borges
Y así lo demuestran todos aquellos que, pistola en mano, tratan de imponer su punto de vista sobre una mayoría pacifica que quiere coexistir sin miedo a pensar diferente. O todos aquellos, que, con una increíble capacidad para obviar la realidad, insensibles al dolor ajeno, siguen sin condenar lo que moralmente es aberrante: quitar la vida a aquellos que tratan de proteger a la mayoría de los fanatismos de las minorías psicópatas.