"En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos." Mahatma Gandhi
Me dice un amigo sindicalista que soy un esquirol, un lacayo del sistema y un vendido de mierda. Hay veces que las amistades tienen curiosas formas de mantenerse...
El caso es que todo esto surge a raíz de la huelga general de hoy (29 de septiembre), que sigo más por evitar problemas que por convencimiento propio. No nos engañemos, no vale para nada coger una pancarta cuando ya estamos cayendo en el abismo, ¿donde estaba toda esta gente hace 2 años cuando se empezaron a ver los primeros síntomas de crisis y la previsible caída del empleo? ¿Por que no proponer medidas cuando se estaba a tiempo y sólo quejarse cuando el miembro ya está podrido y hay que amputar? ¿Y donde estaban los sindicatos que ahora insultan a la gente que quiere trabajar cuando hace 6 meses se propuso la reforma de la que se quejan ahora? ¿Por qué esperar a que la propuesta sea aprobada para manifestarse? A mi me da igual, ¿pero que hace el padre o la madre al que le quitan 100 euros de su nomina, ajustada al máximo ya para pagar hipotecas y gastos de hijos e hijas? ¿Tiene una agrupación dependiente del gobierno por subvenciones autoridad moral para prohibirme ir a trabajar si así lo decido cuando ellos han estado viendo como el paro alcanzaba a 4 o 5 millones de personas sin pestañear?
Son muchos los comentarios que me han llegado a lo largo de mi vida sobre los sindicatos, sobre todo en las grandes empresas semipúblicas (o semiprivadas, según se mire). Exámenes de admisión ya resueltos una semana antes del examen oficial, amenazas al que trabaja demasiado, guerras internas, puestos de trabajo siempre vacios, sabotajes para pedir reditos políticos (todo de primera mano, de compañeros y amigos)... Sólo hay que ver las imagenes hoy, gente malcarada con pancartas sindicales enfrentandose a los que quieren trabajar, "informando" a base de pedradas, insultos y amenazas. Ya hay varios heridos, ¿donde estaban cuando el problema era tratable? ¿Por qué recurrir a la violencia con otros compañeros trabajadores para legitimar sus ideas? ¿No tienen suficiente peso por sí solas?
Los sindicatos son lacayos de la izquierda política (que está a gran distancia de una izquierda real), como los políticos en general son lacayos de los empresarios multimillonarios sin escrúpulos (la inmensa mayoría de "jefes" no son tan malos como se les pinta, yo he tenido 3 y no tengo ninguna queja, el problema viene de los jefes que no se suelen ver por el puesto de trabajo). Y al final todo es parte de un juego donde somos peones. La unica forma de cambiar esto es echar abajo el sistema, como dice la filosofía zen, "si queremos construir un edificio, primero hay que derribar hasta los cimientos el que ya estaba construido". Un sistema, dicho sea de paso, que no nos interesa cambiar radicalmente por nuestro propio bien.
Esto es parte de un juego, hábilmente urdido por gente que le importa una mierda al partido que votemos o si somos buenos hijos / hijas / vecinos / novios / novias... que mientras que un piquete "informativo" insulta y amenaza al que quiere trabajar para no ver descontado su sueldo, hay otra persona al que se la suda todo esto porque su bolsillos están más llenos (los ricos han aumentado un 8% su fortuna este año). Que, al final, somos meras putas (con todo mi respeto a las meretrices profesionales) que callan y otorgan a sabiendas de que la opción más justa para todos es la menos buena para nosotros, que hay otros paises emergentes que pueden sustituirnos en el sistema y hundirnos de verdad en la miseria. Y los sindicatos son la pieza idónea para creer que luchamos, y lo que hacen es putear aún más a los trabajadores que no pueden permitirse el lujo de perder 100 euros de sueldo.
Mientras unos se crean con derecho a poder imponer su punto de vista, "a ostias" si hace falta, para que no entren a trabajar los "esquiroles", o insultan al pequeño y mediano empresario que crea trabajo, los que de verdad tienen poder y dinero están muy lejos y saben que mañana seguirán ganando dinero igual. Y que es mejor que los de abajo no nos pongamos de acuerdo, y sigamos en nuestras infantiles diatribas... juegan con nosotros... y nosotros les seguimos el juego, porque ni conocemos otras reglas, ni nos gustan los juegos que nos proponen los grandes países emergentes con sus nuevas clases medias ávidas de consumismo.
Escrito por Träne (trane1985@gmail.com) a las 29 de Septiembre 2010 a las 12:44 PM | TrackBackCuanta razón tienes... (por desgracia)
Escrito por L a las 29 de Septiembre 2010 a las 12:59 PMUna pena...
Escrito por Träne a las 5 de Octubre 2010 a las 07:46 PM