24 de Mayo 2008

Felicidad bajo presión

Hace tiempo me leí varios libros de psicología sobre la felicidad, obviamente casi todo eran largas parrafadas insustanciales para mi (lo que le vale a unos, probablemente no le vale a otros). Pero hubo una idea que se repitió varias veces y que me convenció especialmente, más o menos era que todos tenemos alguna (o varias, si somos afortunados) habilidad especial, algo que se nos da realmente bien, por encima de la media. Somos felices cuando somos capaces de desarrollar esa habilidad. Y lo bueno que tiene es que es algo nuestro, que una vez que descubrimos que es, no dependemos de otra persona para granjearnos ese rincocito de felicidad. Pragmatismo en estado puro.

Estos dias he tenido que entregar un proyecto de más de 40 paginas sobre una linea aerea de alta potencia (de esas que se ven cuando vamos por carretera, que son unas torres metalicas inmensas conectadas con cables). Han sido jornadas de 14 horas (más clases) de cálculadora, consultando normativas, catalogos para decidir los materiales, y de mucho, mucho estrés. Que se juntaron con un trabajo manuscrito de una treintena de páginas para una asignatura de humanidades y con la entrega de dos informes (más cortitos) de prácticas. Resultado: Pues que apenas he dormido 4 o 5 horas por dia durante los ultimos 10 dias, sin salir de casa salvo para ir a clase, de escucharme unas cuantas veces la discografía entera de Marea, Sinkope, Rafa Pons (y bastantes más, entre los que he descubierto a Ricardo Arjona entre otros).......

Y me he sentido bien, porque esto me motiva, el estrés, el trabajar concentrado durante horas, el saber que hay un plazo que hay que cumplir y que no me valen las excusas. Investigar un modo de hacer las cosas, y si falla atacar el problema desde otro ángulo. El aguantar dias y dias durmiendo mal, y sentirme bien con las pocas horas que dormía, con animo y fuerza para seguir aquí pegado. Mi mundo se ha reducido a una pantalla brillante llena de garabatos, a media docena de folios con anotaciones (dada mi letra, tambien eran garabatos). No había más problemas, ni preocupaciones, no había miedos ni fantasmas.

Escrito por Träne (trane1985@hotmail.com) a las 1:49 PM | Comentarios (1) | TrackBack

18 de Mayo 2008

"El truco final" vs "El ilusionista"

Pues bien, mis escritorios son un caos, tanto el virtual como el fisico. En el primero tengo al menos una veintena de documentos de consulta, y otro par de ellos a medio redactar (además de hojas de calculo, graficas y planitos de autocad) y en el segundo se me amontonan folios con datos, diagramas, notas a mano y un portaminas al que se le está acabando la paciencia.

Pero voy a dejar a un lado el estudio experimental de anchos de banda de transductores y (al otro lado) el proyecto de tendido de una linea aerea de transporte de alta tensión, mis dos obligaciones primordiales para este fin de semana (y lo que me espera para la semana que viene...). Ya, ya desconecto.

Voy a hablar de cine (el post original iba a tratar sobre cocina... pero cenando he terminado de ver una pelicula, y relego mis luchas con las sartenes a segundo plano). Las dos peliculas que voy a comparar son mis dos últimas adquisiciones en DVD, "el truco final" (o "the prestige") y "el ilusionista" (o "The Illusionist", traducción mucho más obvia).

No voy a comentar casi nada del apartado técnico, no es lo mio, simplemente me han gustado, a pesar de haber leido criticas de todo tipo (hay de todo, desde los que ensalzan las peliculas hasta los que parecen que disfrutan cubriendolas de barro). Me voy a centrar en lo que viene siendo la esencia más visible.

En las dos se habla de la obsesión, como vehículo usan a jovenes magos de hace un siglo (más o menos) pero con las ideas de nuestros dias, tampoco han tenido que cambiar tanto las cosas.

En una de ellas la obsesión es el amor... el amor infantil entre dos adolescentes perdura más allá del tiempo, años de separación no logran que sus dos vidas (ahora totalmente distintas) se vuelvan a cruzar y el ardor siga indemne (¿como lo harán?), finalmente el amor vence todos los impedimentos y logra tumbar al mismisimo heredero del imperio Austrohúngaro. En la otra la obsesión es más creible, se trata de una lucha entre dos ilusionistas separados por un inicio trágico. Sus esfuerzos se centran en seguir alimentando una espiral revanchista donde uno ya pierde la cuenta sobre quien es el bueno y el malo, ya no hay principios morales, solo importa hacer un truco mejor que el del rival.

Aunque debo reconocer que me gusta más la estética de "el ilusionista", la historia de la lucha por amor me parece manida, ya trillada, demasiado idealizada y practicamente estropea la pelicula, por suerte el ambiente de magia, ilusión y asombro es capaz de dar una mano de pintura que hace la pelicula salvable. Tiene algun retazo de trascendentalidad que rapidamente entierra al presentar un amor tan sumamente idealizado que parece plástico. En cambio la otra, que en un principio es más ruda, más aspera, tendría los ingredientes perfectos para adentrarse un poco más en el ser humano, para desmembrarlo y presentarlo al espectador, de hecho, parece insinuarlo en varias ocasiones, pero querían darle espectacularidad y lo logran hasta tal punto que estropean todo el ambiente al final de la pelicula.

Puede que todo este escepticismo se deba a que estoy inmerso en ciencias...

Escrito por Träne (trane1985@hotmail.com) a las 4:33 AM | Comentarios (2) | TrackBack

14 de Mayo 2008

Golpe

Un golpe duro, certero, cobarde y cruel te tira al suelo.

Desde allí solo puedes mascar tu rabia y dolor, con el sabor de la sangre en el paladar y el de las lágrimas por no poder hacer nada en los labios. Un torbellino de ideas descabelladas te inunda, la irracionalidad te domina, pero tampoco quieres dejar de ser dominado... al menos el fuego del odio quema la impotencia.

Te planteas la vida, la muerte, el sentido de la existencia. Te cuestionas, cuestionas todo, a todos. Intentas encontrar un sentido a lo que te rodea, al mundo en el que vives. Recurres a viejas heridas, para usar los mismos remedios, en un principio inutiles.

Viejos dolores se unen a los nuevos. Monstruos más fuertes y fantasmas más terrorificos surgen de la niebla del mundo gris que tus ojos enfocan, incapaces de dar color, incapaces de sobreponerse. Llantos terriblemente ajenos te taladran.

Te intentas sobreponer, te susurras que todo pasa, que puedes levantarte. Sueñas con poder controlarte, con no devolver el golpe, con simplemente seguir viviendo. Piensas en tus metas, te agarras a ellas, a tus sueños, escuchas la ambición que viene de dentro y dejas de lado lo que te dicta el entorno.

La mayor derrota del ser humano es conformarse, rendirse... pero hay dias en los que la lucha es tan relativa que uno no sabe que significa ni contra que lucha.

Escrito por Träne (trane1985@hotmail.com) a las 11:55 PM | Comentarios (1) | TrackBack

10 de Mayo 2008

Armaduras

La pesada armadura chirriaba con cada paso que daba, se acercó al rio sin miedo a que se oxidase, siempre habría otras armaduras para sustituir las viejas. Con un sonoro golpe metálico se sentó en la piedra que más cerca estaba del agua y dejó que su mirada divagase sobre las ondas de la superficie.

El sudor le cubría, la garganta seca le escocía, estaba tentado de lanzarse al agua y dejar que el peso muerto del metal que le envolvía le llevase al fondo y así limpiar su cuerpo y saciar su sed. Sentía la opresión de un sollozo ajeno no lejos de allí.

- Creí que los angeles no lloraban.

La figura envuelta en una túnica blanca, que tenía sus mismos rasgos, pero con un aire completamente diferente, le observó tristemente.

- Todos lloramos.

- No puedes llorar, no existes. De hecho, ahora mismo dudo si yo mismo existo...

Media docena de pajaros salieron volando, aleteando en el calido aire primaveral, haciendo que el sol jugase con sus sombras y esparciendo vida, primitiva, inmutable y tranquila, a lo largo del rio.

Una sonrisa se dibujó en los insustanciales rasgos de la palida figura que parecía flotar sobre la hierba a la sombra de un enorme sauce, totalmente contrapuestos a la solidez del metal de la armadura y el acre olor del sudor mezclado con adrenalina y sangre de la persona que le espetaba sentada sobre una piedra, tambien muy tangible.

- Te escondes trás una armadura, pensando que estarás más seguro, pero, ¿a que hay venenos capaces de atravesar la más recia de las armaduras?

La persona que estaba dentro de la armadura pareció encojerse un poco, como una tortuga que busca la protección de su caparazón. Hubo un largo silencio sólo roto por el crujir de las hojas bailando al son del viento, el agua fluyendo impasible a los problemas de los mortales y la intensa vida animal que habitaba aquella zona. El chirrido de la armadura indicaba que se había levantado. Giró la cabeza en todas las direcciones y se dio cuenta de que estaba sólo. Se encogió de hombros, acostumbrado, y se preparó para la siguiente batalla... sus dedos acariciaron incoscientemente el borde de la armadura.

Escrito por Träne (trane1985@hotmail.com) a las 5:43 AM | Comentarios (0) | TrackBack

6 de Mayo 2008

Thinking in progress...

Estos han sido dias de intensos pensamientos... y no creo que se acabe en breve tal y como se presentan las cosas.

La crisis de los 23... es la primera vez que lo oigo, pero bueno, a mi me vale (que para eso soy el que escribe estas lineas), o simplemente que llevaba mucho tiempo dejandome llevar sin darle vueltas a las cosas y mi subcosciente se ha aburrido de no mandar señales para que me pare y piense. Porque la verdad es que nada ha cambiado sustancialmente (si acaso alguna puerta antes abierta y ahora cerrada, y algunas puertas recien descubiertas).

A veces me siento como un caballo corriendo al máximo esfuerzo, con la piel cubierta de sudor y los musculos tensos, poderosos, con kilometros de terreno desapareciendo bajo mis cascos, el aire besando mi cara (cual fiel e insustancial amante), haciendo ondear mi pelo como si fuera la bandera de la libertad.

Otras me siento como un arbol, inmovil por decreto, con gotas de lluvia refrescando mis ramas y hojas, haciendome crecer, pero con el miedo, inmenso, intenso, de que la tormenta se desate y un rayo parta mi tronco y queme mi alma.

Y por último, como una ladera obligada a soportar la erupción de un volcán, ajeno a mis propios problemas (o no tanto), pero que se empeña en bombardearme con una lluvia de fuego y piedras liquidas, arrasando con la vegetación que me cubre y haciendo de mi un yermo y devastado paraje.

Paso de la libertad al miedo, y del miedo al abismo... y del abismo a la libertad de nuevo. El otro dia se lo comentaba a una chica con terror a la oscuridad, que nuestros miedos son libres, más que nosotros, y que tienen tanta fuerza que a veces nos asusta el tener que enfrentarnos a ellos.

Escrito por Träne (trane1985@hotmail.com) a las 5:11 PM | Comentarios (1) | TrackBack