29 de Septiembre 2010

Huelga "general"

"En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no tanto como para satisfacer la avaricia de algunos." Mahatma Gandhi


Me dice un amigo sindicalista que soy un esquirol, un lacayo del sistema y un vendido de mierda. Hay veces que las amistades tienen curiosas formas de mantenerse...

El caso es que todo esto surge a raíz de la huelga general de hoy (29 de septiembre), que sigo más por evitar problemas que por convencimiento propio. No nos engañemos, no vale para nada coger una pancarta cuando ya estamos cayendo en el abismo, ¿donde estaba toda esta gente hace 2 años cuando se empezaron a ver los primeros síntomas de crisis y la previsible caída del empleo? ¿Por que no proponer medidas cuando se estaba a tiempo y sólo quejarse cuando el miembro ya está podrido y hay que amputar? ¿Y donde estaban los sindicatos que ahora insultan a la gente que quiere trabajar cuando hace 6 meses se propuso la reforma de la que se quejan ahora? ¿Por qué esperar a que la propuesta sea aprobada para manifestarse? A mi me da igual, ¿pero que hace el padre o la madre al que le quitan 100 euros de su nomina, ajustada al máximo ya para pagar hipotecas y gastos de hijos e hijas? ¿Tiene una agrupación dependiente del gobierno por subvenciones autoridad moral para prohibirme ir a trabajar si así lo decido cuando ellos han estado viendo como el paro alcanzaba a 4 o 5 millones de personas sin pestañear?

Son muchos los comentarios que me han llegado a lo largo de mi vida sobre los sindicatos, sobre todo en las grandes empresas semipúblicas (o semiprivadas, según se mire). Exámenes de admisión ya resueltos una semana antes del examen oficial, amenazas al que trabaja demasiado, guerras internas, puestos de trabajo siempre vacios, sabotajes para pedir reditos políticos (todo de primera mano, de compañeros y amigos)... Sólo hay que ver las imagenes hoy, gente malcarada con pancartas sindicales enfrentandose a los que quieren trabajar, "informando" a base de pedradas, insultos y amenazas. Ya hay varios heridos, ¿donde estaban cuando el problema era tratable? ¿Por qué recurrir a la violencia con otros compañeros trabajadores para legitimar sus ideas? ¿No tienen suficiente peso por sí solas?

Los sindicatos son lacayos de la izquierda política (que está a gran distancia de una izquierda real), como los políticos en general son lacayos de los empresarios multimillonarios sin escrúpulos (la inmensa mayoría de "jefes" no son tan malos como se les pinta, yo he tenido 3 y no tengo ninguna queja, el problema viene de los jefes que no se suelen ver por el puesto de trabajo). Y al final todo es parte de un juego donde somos peones. La unica forma de cambiar esto es echar abajo el sistema, como dice la filosofía zen, "si queremos construir un edificio, primero hay que derribar hasta los cimientos el que ya estaba construido". Un sistema, dicho sea de paso, que no nos interesa cambiar radicalmente por nuestro propio bien.

Esto es parte de un juego, hábilmente urdido por gente que le importa una mierda al partido que votemos o si somos buenos hijos / hijas / vecinos / novios / novias... que mientras que un piquete "informativo" insulta y amenaza al que quiere trabajar para no ver descontado su sueldo, hay otra persona al que se la suda todo esto porque su bolsillos están más llenos (los ricos han aumentado un 8% su fortuna este año). Que, al final, somos meras putas (con todo mi respeto a las meretrices profesionales) que callan y otorgan a sabiendas de que la opción más justa para todos es la menos buena para nosotros, que hay otros paises emergentes que pueden sustituirnos en el sistema y hundirnos de verdad en la miseria. Y los sindicatos son la pieza idónea para creer que luchamos, y lo que hacen es putear aún más a los trabajadores que no pueden permitirse el lujo de perder 100 euros de sueldo.

Mientras unos se crean con derecho a poder imponer su punto de vista, "a ostias" si hace falta, para que no entren a trabajar los "esquiroles", o insultan al pequeño y mediano empresario que crea trabajo, los que de verdad tienen poder y dinero están muy lejos y saben que mañana seguirán ganando dinero igual. Y que es mejor que los de abajo no nos pongamos de acuerdo, y sigamos en nuestras infantiles diatribas... juegan con nosotros... y nosotros les seguimos el juego, porque ni conocemos otras reglas, ni nos gustan los juegos que nos proponen los grandes países emergentes con sus nuevas clases medias ávidas de consumismo.

Escrito por Träne (trane1985@hotmail.com) a las 12:44 PM | Comentarios (2) | TrackBack

17 de Septiembre 2010

Desnudo

"Un pequeño esfuerzo es el mejor sustituto de las excusas" Donald Trump

Bajo las escaleras tan rápido como me dejan las piernas, que apenas responden. Cada escalón es un pequeño suplicio, cada paso es un esfuerzo. Sólo con ganas de llegar cuanto antes al vestuario. Cuarenta y ocho escalones, uno a uno apoyado en la barandilla metálica, redonda y grande, para por fin llegar a la planta baja. Dejo a la izquierda mi antiguo puesto de trabajo, podría hacerme este recorrido con los ojos cerrados, evitando columnas y jaulas con material deportivo.

Ducha (2).jpg

Por fin noto la rugosidad del suelo a través de la goma de mis deportivas, la humedad del ambiente que se filtra desde la sauna, los ruidos de algún partido de baloncesto y los agudos chirridos de la pista cubierta. Me cruzo con alguna cara conocida a la que saludo sin pararme, la inmensidad de colores que me rodea se difumina en un blanco y negro frente a mis ojos. Sólo hay un destino, un objetivo claro, todo lo demás pierde importancia. Empujo la fría puerta y los músculos del brazo chillan ante el esfuerzo. Una ola de calor me golpea, el ambiente caldeado de la ducha emana a través de las puerta que la separa del resto del vestuario. Miro anhelante, deseoso de meterme bajo el agua.

Tomo aire, me estiro y noto como mi cuerpo cruje. Ciento veinte minutos de ejercicio intenso tras un mes de inactividad casi absoluta pasan su factura. Dejo que la ropa, caliente y húmeda, caiga al suelo. Cierto frescor alivia mi piel ahora. Completamente desnudo cruzo la puerta de las duchas, 16 grifos me saludan en dos apretadas filas, no hay nadie, estoy solo. Me encamino hacia la que está más cerca, apoyo mi mano derecha contra los azulejos de la pared, notando frío a través de la palma de la mano, que alivia durante unos segundos el calor que siento. Buena parte de mi peso descansa ahora sobre la pared, mientras, con la mano izquierda acciono el botón. Después de un agónico gorgoteo los primeros hilos de agua fría estallan contra mi nunca, y el cansancio empieza a diluirse, sesenta segundos en la misma postura, con los ojos cerrados, dejando que el agua, cada vez más caliente, limpie todo el sudor.

Los hombros cargados empiezan a relajarse, los músculos de los brazos palpitando con estentóreos golpes se suavizan, el dolor de las piernas, la parte más castigada, desaparece. Noto más aire en mis pulmones, que aspiran el vapor con olor a manzana que ha dejado el gel. Poco a poco voy relajándome. El agua, purificadora, besando cada centímetro de piel, también arrastra los restos del último sacrificio, los miedos y las preocupaciones. Mientras la tranquilidad me envuelve como si estuviera hecha a mi medida, todavía bajo el agua, me permito una media sonrisa, pese a todo.

Escrito por Träne (trane1985@hotmail.com) a las 1:19 AM | Comentarios (0) | TrackBack

10 de Septiembre 2010

¿Exito?

"Cuando naces, todos a tu alrededor sonríen orgullosos y tu lloras, ve y vive tu vida de forma que, cuando tu mueras, seas tú el que sonrías y todos alrededor lloren". Shujaa Graham en el nuevo anuncio de Aquarius.

Hoy me han dado una mala noticia en mi vida estudiantil/laboral. Un 4.9 en el peor de los momentos. Si hubiera buena voluntad, no pasaría nada, pero como ya voy conociendo lo que se mueve, y voy conociendo a quien se mueve, me temo que esto puede suponer retrasar todo 6 meses, o incluso un año. Por una décima.

La verdad es que ha supuesto un palo que me ha dejado fuera de servicio, hoy apenas he podido reaccionar para mover un poco el tema desde diferentes vías, pero tengo la mente ligeramente embotada. Sí, ya, 6 meses, un año, son una estupidez, con un trabajito malpagado pero algo, al fin y al cabo, en época de crisis... pero no quiero alargarlo más, llevo varias semanas sufriendo para cerrar todo y ahora, parece que no vale para nada. No es el tema de acabar o no, si no de esforzarse, de sacrificar horas de ocio y sueño, de aguantar dolores de cabeza y de ojos, de aguantar presión, dudas...

Y lo peor es que me han dado otras dos noticias, muy lejos de este tema, que me ha hecho parecer estúpido. ¿Cómo comparar un tropezón de unos meses o un año con lo que supone toda una vida? Una conocida que apenas llegaba a los 30 años, deportista, positiva y trabajadora, ha fallecido de golpe, un derrame asesino que ha segado la vida de una persona con todo por delante.

Y otra, un hombre sano, recién jubilado, con fuerza y ganas de vivir por fin libre de las ataduras del trabajo, de una semana a otra ha empezado a sentirse mal y tras las pruebas, le han detectado varios tumores. Poco margen le dan los médicos.

Tanto empeño mostramos en triunfar, en llegar alto, en comprar el coche más rápido y la casa más grande. En encontrar el trabajo que más pague, siguiendo el camino de baldosas doradas. Sacrificando la felicidad para poder comprar cosas que nos entretengan, atando de pies y manos a la libertad en un sótano oscuro y húmedo, para que un día, un suspiro en términos de la Tierra donde vivimos, dejemos de existir y todo pierda importancia.

El éxito es tan relativo... nos alegramos y deprimimos por cosas simples, por llevar un trozo de oro más o menos encima, por que en nuestra ropa aparezca un dibujo de marca y no otro, por tener un coche fabricado por X en lugar de otro fabricado por Y, por acostarme con 200 personas en lugar de una, malgastando lo único valioso que tenemos: nuestra propia vida. Competimos por ver quién mea más alto, y resulta que lo único que hacemos es salpicarnos.

Hoy he cambiado mi curriculum, hasta ahora aparecía disponibilidad para viajar sólo un 25% del tiempo, y ahora he puesto disponibilidad absoluta para viajar, o vivir desplazado. Como no soy rico, y tengo que trabajar para comer, no me queda más remedio, pero al menos que si me muero mañana, pueda decir que he intentado ver 100 cielos diferentes y sonreír por ello...

Escrito por Träne (trane1985@hotmail.com) a las 12:56 AM | Comentarios (1) | TrackBack

6 de Septiembre 2010

"There is always a way"

"Pluralitas non est ponenda sine necessitate". Guillermo de Ockham

O lo que es lo mismo. Si hay algo sencillo, no es necesario multiplicar las opciones para resolverlo. Recuerdo una de mis ultimas estancias en Irlanda, una excursión de sabado. Pero antes...

Noche del viernes: Dos monitores y un grupito de adultos españoles habiamos recibido una muestra de hospitalidad irlandesa por parte de los monitores irlandeses. Consistía basicamente en beber cerveza como si llevaramos 2 meses en el desierto sin probar gota... fui de los pocos que no acabó borracho, y porque no me gusta perder el control de mis acciones, aún así, creo recordar que bebí 8 litros de cerveza durante toda la noche (ya son unos cuantos veranos "entrenando" con esta gente). Al final llegué a la casa a las 5 de la madrugada, y con el despertador a las 7 para darme una ducha y preparar todo para la excursión de montaña que tocaba.

Esa mañana los 55 chavales del grupo nos perdieron mucho el respeto al ver aparecer a los monitores con las gafas de sol a pesar de las nubes. Mi intención era dormir en el autobus al menos una hora para estar fresco, pero tampoco, una chica se mareó y me estuve haciendo cargo de ella. Y nada más llegar, el jefe nos dijo que la chica con la pierna escayolada no disponía de silla de ruedas y había que subirla a hombros. Mira que nos ofrecimos gente, y me tuvo que elegir. Inocente de mi pensaba que sería algo repartido entre varios, un kilometro cada uno o algo... pues no, 3 kilometros de senderismo con ella a cuestas, ¡y menos mal que parabamos de vez en cuando!, porque 50 kilos a la espalda no es algo como para ir corriendo.

Finalmente llegamos a la explanada, una inmensa extensión verde llena de arboles, al pie de un lago del que no se veía el contorno entre las montañas. Idilico. Pero al ser viejos conocidos, decidí por fin dormir un rato, tirado en el cesped... ¡y se puso a llover! A estas alturas ya me dio igual, me tapé con la cazadora, me puse las gafas de sol y apoyé la espalda contra un arbol.

No duró mucho, uno de los monitores irlandeses vino a avisarme de que había que mover al grupo. Me quedé el último junto con el que me había despertado para chequear que todos los estudiantes ya estaban en camino y que ninguno se había despistado. Al final nos quedamos los dos solos y empezamos a andar hacia el lugar de recogida del autobus. Me llamó el jefe, que estaban ya todos esperando y que teniamos que darnos prisa; el conductor tenía otro servicio y no podía esperar mucho más. Nos dimos prisa. Y llegamos a un punto dificil, dos caminos, uno de ellos serpenteaba por una pasarela de madera durante 6 kilometros, el otro desembocaba a otro aparcamiento y había que andar por carretera que no ofrecía mucha seguridad. La última opción era desandar el camino y volver por donde vinimos, unos 5 kilometros. Fuese la opción que fuese, o tardabamos minimo 40 minutos a paso ligero, o nos la jugabamos por la carretera para ahorrar 10 minutos.

Ya desesperado, le comente a este medio en broma que realmente me daba igual, que me iba a tirar al suelo a dormir, y que ya el lunes me las apañaría para estar en mi puesto a primera hora. Me miró muy serio y me dijo:

"C'mon, there is always a way, you just have to be brave enough to take it". Dicho esto, saltó una valla que separaba el sendero preparado del bosque y aterrizó en mitad del barro, al más puro estilo de Ockham. Me miró riendose, me cagué en su ascendendia en un perfecto castellano que me salió del alma, y salté la valla. Sentir el tacto de la madera en mis manos, rugoso, clavandose contra mi piel al tomar impulso en el salto, perder la referencia del suelo mientras mi cuerpo ascendía por encima de la valla, notar la pegajosa textura bajo mis botas al caer, y la explosión de olor de tierra mojada, agua medio estancada y hojas en proceso de descomposición (curiosamente un olor agradable), me acabó de despertar. Después tocó correr entre arboles y riachuelos. Ese sabado no salí por la noche, sólo me apetecía una ducha para quitarme el barro del cuerpo, y dormir, mucho y seco. Pero resultó que en 10 minutos llegamos, campo a través, a nuestro destino... la verdad es que siempre hay un camino.

Escrito por Träne (trane1985@hotmail.com) a las 1:02 AM | Comentarios (0) | TrackBack