... que entras en un pasillo muy largo, caminas mirando a un lado y a otro. En este nuevo mundo sólo ves puertas a tu alrededor... puertas y un pasillo, demasiado largo, sin fin. Caminas y observas. En soledad, como sólo puedes estar cuando entras en un mundo nuevo.
Y miras a tu alrededor, y compruebas... todas las puertas atrancadas, las mirillas entornadas, nada más que ver que una entrada cubierta de madera cerrada. Y a veces sucede que encuentras una mirilla abierta, y sonries al poder mirar más allá de la tabla que te corta el paso, y descubres nuevos mundos, a veces grandes extensiones de libertad, oscuridad absoluta, pequeños brotes de esperanza o una sencilla sonrisa.
Ansioso, corres por el pasillo buscando otra abertura, otro pequeño agujerito por donde espiar, de forma consentida, al resto del universo. Un lugar desconocido donde maravillarte. Y a veces sucede que la puerta se abre, y entras, y a lo mejor hay un pasillo, o el agua para el sediendo y el descanso para el agotado... y ries sin tener un porqué.
Y a veces sucede que un sólo mundo basta para ilusionarte... y te das cuenta de que trás cada puerta, cerrada o abierta, hay un lugar desconocido que merece la pena visitar.
q lindo mensaje, justo lo q estaba necesitando leer!
graxias!
Dónde esta esa puerta, dónde esta el pasillo que me voy...
me encanta como escribes, es increible como se puede estar tan deacuerdo con un completo desconocido, bueno ya no porque con esta página tan interesante que tienes muestras un ermoso pedacito de ti.
un beso de una nueva compañera.
Morocha: De nada :), la suerte de poder serte util :).
Mandragora: Algun dia te mostraré mi secreto ;). Sigue perdiendote conmigo por Madrid y acabaras comprendiendolo.
Laura: Jou, no me acostumbro a que me digais cosas tan bonitas :). Pues nada, El santuario es todo tuyo... escribe cuanto quieras. Siempre te va a leer alguien, tenlo por seguro.
Un beso