Abril 2008 Archives

Volátiles

| 2 Comments | No TrackBacks

Y lloverán lágrimas de cristal sobre un océano de fuego…

Si algo hay que me cautiva del ser humano es la tremenda volatilidad de sus principios. Hace ya mucho tiempo que enterramos a los instintos para poder convivir en sociedad, y ahora tan solo florecen en contadas primaveras, en ciertos jardines, en determinados momentos, muy pocos, muy raros… puede que incluso nunca.

Así que nos quedan unos principios arraigados por el mero hecho de haberlos mamado de pequeños, nada realmente innato en nosotros, y con la misma facilidad que se nos grabaron al principio, pueden ser borrados y sustituidos por otros diferentes. Solo hace falta conocer las palabras adecuadas y el momento preciso para borrar, empezando con un solo manotazo, todo aquello en lo que habíamos creído y defendido hasta ese momento.

No tenemos nada en nosotros que perdure toda una vida. Por un lado parece negativo, porque ya no podemos confiar ciegamente en nadie ni en nada, ni siquiera en nosotros mismos (aunque hay gente que se miente muy bien), pero por otro lado es tremendamente insuflador de alivio, nos hace recordar que aquí estamos de paso, apenas unos segundos en el eterno fluir del tiempo. Todo pasa, nada es eterno, si hoy va mal, mañana puede ir peor, o no ir, o ir mejor, o muchísimo mejor. Si todo va bien y se trunca, solo hay que pensar que de nuevo puede ir bien, en cualquier momento. Y si no, ¿Qué más da? Todo pasa, a ver si encima de tener mala suerte, vamos a sumarle nuevas desventajas con nuestros lloriqueos incesantes (que admito que todos necesitamos llorar de vez en cuando, pero eso, de vez en cuando).

Tampoco hay que tomarse la vida demasiado en serio, sólo tenemos una, al menos por estos lares, sólo es cuestión de asumirlo, que cualquier camino que tomemos, mientras sólo nos ataña a nosotros mismos, será el camino correcto. Al final del juego ya contaremos los pasos, pero que sean los nuestros… para el poco tiempo que tenemos no es cuestión de obsesionarse en copiarse de otros y perder el poder disfrutar del juego, del nuestro, del que lleva nuestros nombres, apellidos, secretos, miedos y placeres.

Viento

| 2 Comments | No TrackBacks

El viento te rodea, haciendo aletear la ropa holgada que llevas. Sientes la fuerza intangible pero física que te empuja, que te hace apretar la mandíbula y tensar los músculos para seguir caminando. El frio se mete por cualquier resquicio de ropa que deje al descubierto un trozo de piel, te corta como si fueran cuchillos, sin poder evitar temblar esporádicamente cuando trepa por la espalda.

El olor a "tierra mojada" envuelve el ambiente, a lo lejos negras nubes avanzan amenazantes. El sol acobardado corre a esconderse como cada noche, dejando que las estrellas se rían una vez más de ti, y de las meditaciones nocturnas, cuando más vulnerables somos. Aspiras profundamente deseando que el viento arranque de tu ser todos los miedos que se van impregnando por el ir viviendo…

Por un segundo puedes casi saborear la libertad absoluta, el no-miedo, el no-pensar, el dejarse llevar. Por un segundo no hay presiones, no hay imposiciones, no hay obligaciones. Por un segundo puedes volar más allá de lo que nos impide nuestro cuerpo. Pero la ráfaga se desvanece, y vuelve la realidad, y se caen las alas… y te debates entre sonreír triunfal por haber podido volar un segundo o llorar amargamente por no haber podido hacerlo durante más tiempo.

Creencias

| 2 Comments | No TrackBacks

Veo que en EEUU preparan la llegada de la cabeza de la Iglesia, el Papa, y es todo un evento, la gente compartiendo su felicidad a manos llenas, agradeciendo la oportunidad de poder contar esa visita a sus nietos. A menudo puedo contemplar esa capacidad de tener fe en ese ser superior que nos vigila y nos guía, esa misma fe por la que millones de personas sacrifican sus vidas, convencidos de que lo hacen por Dios, sea el que sea (el nombre es indistinto cuando todos significan lo mismo). Mi fe no es tan inquebrantable, veo dolor y miedo, incluso entre aquellos quienes les rezan.

Otros creen en el dinero como único señor, les veo más pragmáticos, pero no por ello tienen más razón. Hoy, ahora, quizás el dinero les haga poderosos, pero hay cosas que no pueden comprar, ni vender, y el destino, el hacer o el azar pueden hacer que quien hoy se acuesta en montañas de billetes, mañana se arrope con cartones en un callejón olvidado. No puedo seguir su camino, no soy capaz de hacer del dinero algo superior a lo que agarrarme (bueno, es algo mutuo, ni querer ni poder, tampoco tengo dinero como para creérmelo).

También hay quienes creen en el ser humano, en sus capacidades, en su enorme potencial. Fuerza, valor, resistencia, inteligencia… lo seres más evolucionados del planeta. Pero somos frágiles, morimos millones al día, a menudo nos matamos entre nosotros mismos, nos erigimos conquistadores de tierras yermas de valor real, y nos creemos realmente únicos… hasta que morimos y nos igualamos a los demás seres vivo del planeta, apenas unos segundos de gloria en el eterno pasar del tiempo.

Ayer me preguntaron que en qué creía, podría haber dicho que a veces en un ente superior, que a ratos en mi mismo… pero la verdad es que no se en que creo. Y me da envidia la gente que lo tiene tan claro, que no necesitan parase a pensar en ello.

Vivir (que no sobrevivir)

| No Comments | No TrackBacks

El olor de la ropa húmeda de lluvia inunda mis fosas nasales, por mi cara resbalan gotas que se deslizan desde mechones de pelo, mis gemelos arden por el paso acelerado, necesitaría otro par de pulmones para no jadear por el esfuerzo.

Ante mi se desciende una larga escalera, tenuemente iluminada con luces amarillentas, que se reflejan en los azulejos blancuzcos de la estación... toc toc toc, un hombre camina medio encorvado mientras su bastón va marcando su propio ritmo, el tenue murmullo de fondo señala que es la entrada de un enorme hormiguero febril de actividad, alguien escucha música con el móvil intentando quedarse sordo, pues compite con el resto de sonidos propios de las entrañas de una ciudad. Atrás quedan las sirenas constantes, el traqueteo de la lluvia, los coches, los turistas y los foráneos con paraguas y chubasqueros.

Miro hacia abajo, cada vez hay más escalones (o eso me parece), el olor a lluvia se tapa por el olor a gente hacinada, el ruido de las maquinas retumba por las paredes… recuerdo el aire fresco en la cara, las gotas de lluvia, y de pronto la idea de coger el metro me parece un poco menos tentadora que antes.

Así que me he mojado un poco más. He caminado entre mareas de gente apresurada con sus paraguas en la mano, con la tranquilidad de quien no tiene reloj ni le importa no tenerlo. De nuevo esa sensación de que Madrid es una bestia herida y que cuando llueve se revuelve, casi imperceptiblemente, nerviosa. He pensado, mucho, como hacía tiempo que no pensaba.

He entrado en una cafetería a beber algo caliente, mientras miraba por el ventanal como miles de hilos se cruzan en el entramado tapiz de la existencia, pensando en los nuevos hilos que seguro surgían vibrantes y en los que acababan de golpe llorosos. Pensando en porqué nos conformamos casi siempre con sobrevivir en vez de vivir.

He repasado mis sueños, y he descubierto que realmente solo me sostienen un par de sueños suficientemente importantes como para hacerme vivir (VIVIR), y que aunque ambos quedan en mi mano, a veces me gustaría que alguien me ayudase, porque me siento torpe. Porque no se aprovechar las oportunidades, porque a veces se me hace duro aprender.

Me he puesto el mp3, una de las últimas canciones de sinkope que, como ya me ha pasado con otra canción de este grupo, me ha enamorado con sus palabras. Y he salido de nuevo al lluvioso Madrid, para perderme entre la gente y enmarañarme un poco más… ¿no sería aburrido vivir vidas más fáciles?


El año del diluvio

| 2 Comments | No TrackBacks

Es típico de la naturaleza humana flaquear precisamente cuando los sueños se empiezan a materializar

Extracto de una conversación de la pelicula El año del diluvio

Voluntario

| 2 Comments | No TrackBacks

El sabado lo dediqué practicamente entero a ser monitor en una convivencia de caracter regional de cientos de niños (y peor será la de dentro de un par de sabados que se contaran por miles). Igual que cada sabado que dedico 3 horas de mi tiempo libre a trabajar con ellos en una asociación de caracter voluntario. Debo reconocer que hay veces que me quejo, porque los niños no son faciles y menos si tienes que hacerte cargo de 10 o 12 (o de 20 entre 2, o de 400 entre 30... da igual la proporción... son muchos y activos).

Me han preguntado ultimamente mucho el porqué, ¿por qué dedicar mi tiempo libre a esto de caracter voluntario?, porque en Irlanda cobro el mes que estoy allí trabajando con ellos, pero esto es otra cosa (otros niños, otros "jefes") y lo hago gratis.

La verdad es que si tuviera respuestas convicentes para todos y para cada situación, no escribiría un blog, escribiría libros que vendería a puñados y me sacaría un beneficio comercial (no solo de pan vive el hombre, pero sin pan, no vive nadie). Asi que no tengo una respuesta convincente, quizás porque me gusta poder colaborar para tenerles entretenidos, o porque me gusta que se desahoguen contandome sus problemillas (pequeños, grandes, serios, tontos... de todo, pero sus problemas al fin y al cabo), o, incluso, por el egoista orgullo personal de que algunos niños digan que soy su monitor preferido (sí, una vez que tenemos pan, nos interesan otras cosas).

En fin, como no hay respuestas buenas, o lo son todas, depende de quien reciba la respuesta, cuando me preguntan me encojo de hombros y digo simplemente que, aunque a veces me quemo por la cantidad de trabajo y responsabilidad, disfruto.

About this Archive

This page is an archive of entries from Abril 2008 listed from newest to oldest.

Marzo 2008 is the previous archive.

Mayo 2008 is the next archive.

Find recent content on the main index or look in the archives to find all content.

Monthly Archives

Monthly Archives

Pages

Powered by Movable Type 4.23-en