El viento te rodea, haciendo aletear la ropa holgada que llevas. Sientes la fuerza intangible pero física que te empuja, que te hace apretar la mandíbula y tensar los músculos para seguir caminando. El frio se mete por cualquier resquicio de ropa que deje al descubierto un trozo de piel, te corta como si fueran cuchillos, sin poder evitar temblar esporádicamente cuando trepa por la espalda.
El olor a "tierra mojada" envuelve el ambiente, a lo lejos negras nubes avanzan amenazantes. El sol acobardado corre a esconderse como cada noche, dejando que las estrellas se rían una vez más de ti, y de las meditaciones nocturnas, cuando más vulnerables somos. Aspiras profundamente deseando que el viento arranque de tu ser todos los miedos que se van impregnando por el ir viviendo
Por un segundo puedes casi saborear la libertad absoluta, el no-miedo, el no-pensar, el dejarse llevar. Por un segundo no hay presiones, no hay imposiciones, no hay obligaciones. Por un segundo puedes volar más allá de lo que nos impide nuestro cuerpo. Pero la ráfaga se desvanece, y vuelve la realidad, y se caen las alas
y te debates entre sonreír triunfal por haber podido volar un segundo o llorar amargamente por no haber podido hacerlo durante más tiempo.
Jejejejeje, como no te hizo el viento volar unos cuantos miles de kilómetros (Y si te hacia cruzar el oceáno, mejor ;)) ... aunque la imagen sería muy graciosa XD ... pero en fin soñar no cuesta nada ... ;)
Soñar es gratis y yo soy demasiado grande como para que el viento me arrastre :).
Un besito