Vaya pelicula... de esas que te hacen enrojecer los ojos, como si se hubiese metido algo dentro.
Habrá gente que pueda pensar que es una feroz crítica a la Iglesia. Pues bueno, feroz es, pero es que a parte de decir que está basada en hechos reales, conozco de primera mano algunos otros casos similares. El caso es que ultimamente veo la critica al ser humano y no a las instituciones que ha creado y en las que se ampara.
Mi educación cristiana me ha dado acceso a unas cuantas demostraciones de este tipo (no tan llevadas al extremo, salvo en una ocasión)... y mi crecimiento ateo me ha dado la posibilidad de pensar de forma un poco más critica. Por un lado me maravilla el poder de la fe, como se puede superar el dolor, o al menos hacerlo más llevadero. Supongo que aquellos que tenemos nuestra fe en una cuerda floja (o ya en caida libre) vamos a pasar momentos de un vacio que otros han llenado con esa fe (en Dios, en Alá, en Yahve... da igual el nombre), y lo más usual es llenarla con otros "dioses" (politica, dinero, sexo...), al fin y al cabo, el ser humano es un ser de pasiones.
Así que, ¿que de malo hay creer en un dios? Una pregunta para aquellos que siempre insultan, ¿es mejor creer en el dinero? ¿en la política? ¿en el futbol? ¿nacionalismos? Ya digo que al final, simplificando, es lo mismo.
El problema surge cuando la fe en ese Dios omnipotente (en ese idealismo innovador, en ese equipo de estrellas), superior, nos hace perder la fe en aquella gente que nos rodea, a nuestro nivel... cuando por mirar al ser de arriba imponente, envuelto en la luz brillante, nos quedamos ciegos. Me duele intensamente que por unos ideales, un cristiano levantase su espada contra un musulman, o un musulman decida inmolarse en un supermercado hebreo, me duele que un terrorista descerraje dos tiros en la nuca a un politico solo por ideales, que un forofo de un equipo se descontrole, con los ojos inyectados en sangre, y quiera pegar al del equipo contrario.
El ser humano está ciego, preso de sus pasiones, de sus creencias, de sus ideologias. Y a este paso nunca será libre...
Adelante, escribe