Hace más de un mes que no doy señales de vida, ni por aquí ni por las redes sociales. No es apatía, es simplemente pereza.
Digamos que tambien es un poco de miedo, cuando me separo por algun motivo, me cuesta reengancharme, quizás pensando en que estoy fuera de lugar. Por eso siempre me ha gustado más el tú a tú, da más facilidades para no sentirse desenganchado, cuando solo hay dos es más dificil pensar que piensan de ti "y de que va este ahora?"
El caso es que he estado afrontando mis propias batallas, acunado por el silencio y arropado por la no necesidad de seguir las normas sociales de conveniencia. Vale, sí, suena apático, pero en realidad es que necesitaba toda la calma posible para enfrentarme a monstruos que, por esta vez, no me han dado margen de error.
Adelante, escribe