"El miedo aguarda en los limites de la percepción" Alan Wake
Hoy doy rienda suelta a mi vena frikie...
El viernes por la mañana me llegó uno de los paquetes que estaba esperando desde el Reino Unido, es curioso como, pidas donde pidas, por correos tarda lo mismo venga de Hong Kong, de Londres o de Barcelona (lo de Madrid por suerte me suele llegar un "poco" antes). Abro el sobre con impaciencia y ahí está, "Alan Wake", un juego del que no había escuchado nada, por mucho que lleven 5 años de desarrollo dándole publicidad... simplemente contaba con una recomendación de una persona que me conoce bien y que no me desveló nada del juego.
Bueno, llevo una hora jugada, de un total de 14 o 15, y puedo decir que es espectacular. Simplemente brillante, de golpe me han venido a la cabeza una buena cantidad de novelas de Stephen King o Clive Barker. La verdad, está a medio camino entre el videojuego, la novela y una serie televisiva... el guión es intenso, propio de una película apta para un público muy especial, es de esas que te hacen pensar en la trama, con unos personajes muy complejos, con una situación extraña, no hay grandes alardes de acción (dosis en su justa medida), ni tampoco hay momentos especialmente heroicos (en su justa medida). Es una historia muy bien equilibrada que seguramente no a todos guste (y lo digo después de haber leído algunas críticas negativas), con un doblaje al español espectacular (una buena parte de los dobladores de la archifamosa "Perdidos", entre otros grandes dobladores de series de gran éxito).
Un equipo de 45 personas que ha trabajado durante 5 años para sacarlo a la luz, seguramente tiene más horas que la inmensa mayoría de películas que estrenan en los cines como grandes éxitos. Es el claro indicativo de que los videojuegos hace tiempo que dejaron de ser cosa de niños o adolescentes, y buscan un público que ansía argumentos, pero que está cansado de la falta de interacción de las que adolece el cine. Hay una anécdota del equipo de diseño, uno de ellos afirma haber estado unas cuantas horas mirando como la hierba sale a través del cemento, para plasmarlo fielmente en los escenarios.
El argumento trata sobre un escritor de exito que lleva dos o tres años en blanco, su mujer decide organizar una escapada a un pueblecito perdido en la montaña, aislado del mundo, y es cuando empieza la historia, un baile intenso entre la luz y la oscuridad (literalmente). Paseos por oscuros bosques, armado con una linterna que deja ver siluetas recortadas que sólo duran unos segundos, que cuando pasas la linterna de nuevo han desaparecido, intensas persecuciones, susurros siniestros rodeándote (benditos auriculares 5.1, el mejor autorregalo "fin de examenes"), un efecto narrativo que te envuelve en la historia...
Me toca la fibra sensible, por lo del escritor, aunque en mi caso sea el novelista frustado y refrustado que llevo dentro, que le dedica más tiempo a los números que a las letras... en ciertos momentos, llego a envidiar al tipo este. Aunque siempre he dicho que no me gustaría la fama, tampoco haría ascos a que me reconociesen en algún lugar recóndito de estos, debe estar bien eso de que reconozcan tu trabajo, los profesionales de mi carrera solo son recordados cuando se va la luz, y no precisamente para invitarnos a un café. Por otro lado, poder vivir sólo de escribir, y viajar, viajar acompañado de alguien que te comprende... ¡todo un puntazo!
Adelante, escribe