You can do what you want
The opportunities is on
And if you can find a new way
You can do it today
You can make it all true
Cat Stevens
Mi segundo escrito en el mundo de los blogs hablaba de los caminos, de lo jodido que era tener un largo camino que da vueltas y parece no acabar. Muchas filosofías y religiones dicen que esos caminos son los mejores, los más difíciles llevan a mejores lugares, cuanto más esfuerzo nos cueste caminar, mejor, más satisfactorio será llegar, incluso hay quien afirma que cuanto menos conozcamos del camino, aún mejor. Mi pregunta es, ¿por qué? Una cosa no lleva necesariamente a la otra, ¿no? ¿quien decide cual es el camino más largo y dificultoso? ¿quien decide que camino es cortito con un final poco digno? ¿Confío ciegamente en que algo o alguien me acabe indicando que es lo que debo hacer?
No es que esté en contra de las cosas bien hechas, y soy consciente de que casi todo se podría conseguir si nos ponemos a ello, pero ¿por qué todo lo "bien hecho" tiene que ser lo que dicte una corriente de pensamiento? ¿Por que siempre se entiende esta idea desde el punto de vista productivo? Por mucho que nos hunda en la miseria, las cosas no sólo dependen de nosotros, el factor aleatorio está ahí... nuestras acciones pueden hacer que sea menor o mayor, pero no desaparece, ni deja de ser algo definitorio. No todo depende de nuestro trabajo duro. Habrá veces que dejándote la piel no te salga nada, y otras que sin esfuerzo consigas lo que quieres (y, si realmente lo quieres, no por ello te va a saber peor).
Siempre me he aferrado a esto del camino duro, a no parar de andar, a no flaquear, y la verdad es que empiezo a cuestionarme todo un poco. ¿No se supone que un camino hay que andarlo? ¿Entonces porque parece que nos encadenamos a una opción? Decían el otro día en la serie de Me llamo Earl que lo bueno de tener un camino es que si te sales y te pierdes, siempre puedes volver a ese camino, que va a estar ahí esperándote.
Me sentí aliviado, porque llevo unos días que me muero de ganas por hacer ciertas cosas y como soy medio gilipollas y el miedo me puede, lo que hago es fantasear como un colegial en lugar de dar un golpe en la mesa y atreverme a hacer lo que me apetece sin pensar mucho y sin sentir la culpabilidad de traicionar al camino... y repetimos lo de camino como si de un mantra se tratase, sin pensar mucho en lo que significa.
Desde fuera puede parecer una rabieta adolescente que me ha dado con 25 años, o aires hippies con 4 décadas de retraso, pero es que es difícil de explicar con palabras, es algo que noto bullir dentro (y que en las últimas 24 horas empieza a parecerse a una tortura). Me cuesta explicarlo y siento que sólo escribo un barullo de ideas. Hay cárceles con paredes de cristal y con cadenas de oro, que no dejan de tenernos encerrados y encadenados... Si todo esta parafernalia de los caminos fuera cierta, ¿por qué veo a mi alrededor gente convencida de seguir su duro camino y son profundamente infelices? ¿y por qué hay gente que tomando el camino fácil son tan felices?
Hoy necesito ser un poco más libre de mi mismo.
Adelante, escribe