Se preguntaba una y otra vez el porqué de todo. ¿Por que había renunciado a su hogar? ¿Por que había renunciado a una sustanciosa herencia a cambio de equipo para aquel viaje? ¿Por que había renunciado a su compromiso matrimonial que le habría aupado a las altas esferas de la nobleza? ¿Por que había cambiado su distinguido bastón de marfil por el pesado bastón de caminante? ¿Por que había cambiado sus ricas ropas por las sencillas prendas de aventurero que llevaba ahora?.
Caminaba por una gruta oscura y húmeda donde la antorcha apenas alumbraba más que unos pasos delante suya. Metió el pie en un charco y se hundió hasta la mitad del gemelo calándose la bota y sintiendo el pie humedo y frío. Maldijo sus preguntas, que en resumen era solo una, ¿por que había cambiado una vida prospera y de relativa felicidad a cambio de un sueño? Un sueño de dudoso origen que, probablemente, los vapores etílicos se habían encargado de dibujar en su mente.
Cuando empezó a dudar de que aquel pasillo tuviera fin, se acordó de las largas horas de soledad en el bosque, de los innumerables caminos que había recorrido y de las largas horas de insomnio pensando en aquel maldito sueño. Presentía que le quedaba poco para llegar al fin , tomó fuerzas de esta nueva esperanza y aumentó su ritmo. El fuego de la antorcha empezó a bailar agónicamente, sólo le quedaban algunos minutos de vida antes de extinguirse, el radio de luz disminuyó ligeramente. Se dio cuenta con una mezcla de resignación y rabia, las nuevas fuerzas amenazaban con disiparse.
Cuando la llama de la antorcha se convirtió en un rescoldo y dejó de iluminar, y ante su sorpresa, en el fondo del corredor se empezó a perfilar el marco azulado de una puerta. El resplandor, cada vez más fuerte, empezó a iluminar con absoluta nitidez los contornos de las piedrecillas del suelo, las irregularidades de las paredes y finalmente sus ropas de viajero. La humedad había desaparecido, pero no acertó a decir cuando, supuso que acababa de suceder, pero no podía asegurarlo.
Se acercó con precaución a la puerta, era de recia madera de roble y de manufactura muy sencilla, no tenía adornos, tan solo sobresalía un pomo metálico colocado a media altura y justo en el centro de la puerta. El marco seguía brillando con ese azul intenso pero agradable, porque a pesar de la luz que difundía, cada vez en mayor cantidad, no hacía daño a los ojos.
Empujó la puerta con miedo, suavemente. Se sorprendió cuando se abrió sin oponer resistencia, delicadamente y sin hacer ningún ruido, cuando estuvo completamente abierta, el viajero pudo ver a través de ella una inmensa sala de altura inabarcable y cuya superficie estaba ocupada, en su mayor parte, por un lago de aguas cristalinas. Del fondo del lago surgía una luz igual que la del marco de la puerta, intensa, suave, casi protectora, que jugaba con las leves ondulaciones del agua llegando a iluminar las paredes con decenas de diferentes tonos azulados.
Tuvo la sensación de conocer tanta belleza de antes, entonces recordó el inicio de su sueño, y le pareció vivirlo de nuevo, pero esta vez con más intensidad, más vívido. Decidió actuar igual que en su sueño, o quizás no lo decidió él, pero avanzó con paso lento y firme hacia la orilla, cuando llegó al borde del lago, respiró tranquilidad, un profundo y sencillo sosiego le inundó el cuerpo junto con el aire que penetraba en sus pulmones.
Sus ojos deseaban encontrar la respuesta a sus preguntas en el fondo del lago, y allí estaban, una hermosa joven le sonreía con dulzura, sus labios, delicados y apetecibles, empezaron a susurrarle algo, pero no pudo entender nada porque se había quedado prendado de su mirada. Sus ojos, profundos y limpios, reflejaban parte de sí mismo y parte de la joven. Oscuros espejos de infinita profundidad, buceó en ellos sin miedo, seguro de saberse protegido, y en ellos se perdió durante toda una eternidad. Esa era la respuesta a sus preguntas.
Me encanta como escribes, no me importaria que fueras mi Master (si, yo tambien soy friki ;P).Por cierto me gusto lo que escribiste de los angeles de la guarda, a mi me gusta dibujarlos. Es la forma de recordarme que las cosas más importantes de la vida no son fisicamente visibles ni tangibles, como la nobleza, la esperanza....Si tienes razón mi angel se debe llamar "Adnama", como minímo suena curioso
Masterear para una dama!!! Ojalá!!!
"Por cierto me gusto lo que escribiste de los angeles de la guarda, a mi me gusta dibujarlos. Es la forma de recordarme que las cosas más importantes de la vida no son fisicamente visibles ni tangibles, como la nobleza, la esperanza."
Uau, me rindo ante esa frase... de verdad
"Si tienes razón mi angel se debe llamar "Adnama""
En su momento, esa concepción fue aceptada (con ciertos matices) por las tres iglesias monoteistas y las principales logias alrededor del mundo :).