Después de varios post de carácter positivo, hoy toca el lado oscuro de la moneda. No estoy triste (ojalá), quizá ni siquiera esté deprimido o ansioso. Creo que hoy solo tengo miedo. No es un miedo que dispare la adrenalina, es un miedo profundo, intrínseco a mi persona.
Un miedo que me persigue desde hace algunos años, el miedo a no ser buen amigo, buen novio (ahora me siento de los peores), buen confidente, buen estudiante, buen escritor, buen hermano, buen hijo, buen alumno, buen maestro (aunque parezca mentira, a veces puedo enseñar algo), buen compañero, buen conductor, buen chico; miedo a no ser lo suficientemente educado, considerado, comprometido, atento, cariñoso, precavido; miedo a no saber guardar la suficiente distancia, a no estar lo suficientemente cerca, a no llegar a tiempo; miedo a no saber corresponder, amar (verdaderamente), sentir, llorar, sonreír...
Miedo, al fin y al cabo, a no estar a la altura de las circunstancias
Ese miedo lo conozco y mucho. Creo que lo único que puede hacerse es tratar de ser uno mismo, hacer lo que creas mejor en cada momento. Puedes equivocarte, pero por lo menos sabes que has sido tu quien se ha equivocado, no tu miedo.
Más besos :)
Es el miedo que provoca el exigirse mucho... un verdadero problema si se lleva al extremo.
El miedo es solo un freno, algo que tiene un lado positivo y otro negativo. Es como los nervios. Los nervios en su justa medida son buenos, porque te mantienen alerta. Sin nervios nos confiamos y no controlamos lo mas esencial(lo digo x experiencia propia) pero en demasía son malos ya que te desbordan.
El miedo es igual, te mantiene alerta en lo que te preocupa, te permite actuar con conciencia, pero en demasia te bloquean.
No hay que tener miedo al miedo, solo hay que temer de forma esencial.