Pues ya estoy un poquito harto de encontrarme retazos de mi pasado por las calles. Ayer por la noche, cuando venía de la academia escuche mi nombre dicho por voves graves, si alguien ha cruzado el campus de la Carlos III de Léganes a las 10:30 sabrá lo que eso puede suponer. Enfocando la vista descubrí a algunos "amigos frikies", estaban tirados en el cesped descansando antes de meterse a la clase de Aikido. Hubo intercambio de informaciones, algunos nos habiamos quedado sin novia, otros habían decidido volverse abstemios (ni novia, ni juerga, ni alcohol, ni nada parecido... casi como yo estoy ahora por obligación). Vamos, que mi forma favorita de pasar el tiempo parece ahuyentar a las feminas.
Esta mañana me he ido a mi antiguo instituto, en el camino me he encontrado con mi antiguo profesor de autoescuela y se ha ofrecido a llevarme a Carabanchel, tenía que ir con su alumno a Mostoles y solo se desviaba durante 5 minutos (me he ahorrado un viaje en autobus), me ha comentado que uno de mis compañeros ha fallecido en un accidente de coche en el que no conducia, a una compañera la han echado del trabajo y le ha dejado su novio y ha decidido irse a Sudamerica a perderse en cualquier ONG (mejor que el suicidio, es una gran opción).
Cuando he llegado al instituto se ha vuelto a apoderar la nostalgia de mi, allí he pasado dos de mis mejores años. A pesar de haber sido puteado por los profesores durante ese tiempo, hoy me han tratado como a un amigo de toda la vida, dandome la mano o dos besos, preguntandome por mi vida. Incluso alguno me ha preguntado por Ella (aqui hay menos cotilleo que en el otro :) ). En fin, que me gustan ciertos recuerdos, pero poco a poco, que he visto mi vida resumida en 7 días (desde el viernes pasado exactamente).
Espero que sea el último sobre recuerdos, nostalgias y melancolias por mucho tiempo.
Adelante, escribe