Cazador cazado

Ayer despedimos la soltería de mi primo, relatar todo conllevaría 5 o 6 post's :), pero resumiendo, eramos 12, la altura media estaba en torno a 1'95 y el peso medio se debía acercar a los 100 kg, y es lo que tiene el salir con el equipo de baloncesto de tu primo :), que te sientes pequeño :).

Pero el tema no va por ahí, en el segundo pub saqué al cazador (de acuerdo, se admiten carcajadas y deshueves varios), suelo "jugar" a las miradas veladas... debes localizar a las chicas que están solas o aburridas, suelen tener la costumbre de pasear la mirada para intentar mitigar el tedio. Cuando se crucen las miradas debes "cortarte", mirar a otro sitio como disimulando. Debo decir que no soy especialmente bueno con esto, supongo que todo será practicar, el caso es que la primera victima fue una rubia de curvas sinuosas y placeres apetecibles... aunque no especialmente guapa. Una vez conseguido que me mirase fijo durante un rato (nu se si de curiosidad, mala hostia o que...), me deslicé a la barra cerca de donde estaba ella. Se me acercó y pegó su espalda a mi pecho (entre otras cosas). He de decir que su espalda era muy atractiva, un tribal tatuado salía desde debajo del tanga y se perdía bajo la camiseta corta. Se dió la vuelta y se pegó un poquitillo más.

- Disculpa, es que es imposible pedir una copa sin pegar a nadie con tanta gente
- Tranquila, si no pasa nada (en realidad sí, pero no era precisamente malo).
- ¿Te apetece tomar una copa? conozco a la camarera.
- ¿Ves ese grupo de allí? Los 6 o 7 que sobresalen una cabeza del resto, es que mi primo está celebrando la despedida de soltero y no quiero dejarlos solos.
(Me sonrió de lo más provocadora)
- Bueno ¿tu nombre?
- Mario
- Bueno Mario, espera un segundo. (Coge una servilleta y pide un boli a la camarera, escribe algo). Soy Marta, este es mi número de telefono y mi cuenta de correo (de hotmail). Estoy aqui cada sabado con mis amigas. Si quieres divertirte un rato (Otra sonrisilla estudiadamente provocadora), seguro que sabes hacerlo conmigo.

Puff... tengo la servilleta metida en el bolsillo de la camisa. Lo más tentador es que rechazó a un par de tios en la siguiente hora y siguió mirandome de reojo hasta que nos fuimos. Poco despues, ya sin ganas de seguir con ese juego (que malas son las tentaciones :)), otra chica jugaba a lo de las miradas, y se cruzaron durante varios minutos, nos miramos durante un buen rato. Poco me falto para ir corriendo. Morenita, de aspecto fragil, no más de 20 años, ojos oscuros y profundos, piel clara y sola, sus amigas habían encontrado un plan mejor y pasaban un poco de ella. Si hubiera ido con mis amigos, la hubiera entrado.

PD: A cualquiera que esté acostumbrado a estas cosas, le parecerá una gilipollez, pero le doy muchisima importancia a una mirada... y ayer, por primera vez en años, me sentí a gusto en un sitio así.