Ya se que no debería justificarme por escribir en mi propio blog, faltaría más... pero tengo conciencia y necesito auto-aplacarla de alguna forma, y ahora me justifico para mi mismo el que esté aqui escribiendo en vez de estudiando o durmiendo un rato para rendir más dentro de una hora.
Podría escribir sobre el examen del jueves, de como me vaciló uno de los profesores del "tribunal" que vigilaba el examen (perraco xD). Del paseo, nada más terminar el examen, bajo la lluvia, de como el agua golpeaba mi cara y mis brazos desnudos, escuchando baladas de rock nacional. Del encuentro con un antiguo compañero y de lo mucho que siempre me sorprenderán sus costumbres japonesas. De como los cabrones de mis amigos me vienen a buscar espada en mano a casa para intentar picarme y que me enfrike en vez de estudiar (como ya han acabado todos...) xD.
Tambien tenía preparado un post sobre el luchar sin obtener resultados, eso de dejarte los cuernos para que no salga nada, pero la necesidad de seguir en la brecha, sin desfallecer, porque nunca se sabe cuando los vientos te favoreceran e hincharan unas velas que te impulsen. Ayer se me ocurrió otro a raiz de la conversacion con J, en la que me dijo que por muy amigo que uno sea, y muchos favores que uno pueda hacer, el dinero es el dinero y cada uno debe mirar por lo suyo, pues nunca se sabe cuando los vientos cambiaran de dirección (curioso que tuviera el post de los cambios de fortuna pensado desde hace algunos dias). Incluso tenía un tercero preparado sobre lo tajante que me pongo con ciertos asuntos, de como cada vez aguanto menos con las injusticias, con los delitos, con el hacer daño por hacer y lo implacable que me muestro con las soluciones.
Incluso podría ponerme ligeramente melancolico al contar mi reencuentro con un frikie que no veía desde hace meses, de como recordabamos los tiempos en los que el Aberred estaba abierto (Aberred es la tienda de rol donde pasabamos horas y horas al dia, un puñao de frikies con una camaderia acojonante, de buen rollo constante y que cerraron el mismo dia que me dejó Claudia), como expresar lo que he sentido con el mítico "AE" gutural con el que nos saludabamos, o el "ta lue" al despedirnos. Como decir que a pesar de que mi vida ha sufrido muchos giros, golpes, caricias y frenazos, hay cosas que no cambian, que despues de más de un año todavía puedo reir a carcajadas por los mismos chistes malos de frikies... que todavia lloro de risa al recordar cierta conversación.
Podría hablar de tantas cosas...
Adelante, escribe