Un castillo de recios muros y altos minaretes se levanta en la montaña donde cae el primer rayo de luz. De allí salen en apretada formación aquellos enviados para encontrarte. Día tras día han venido exhaustos, han seguido pistas hasta países lejanos y siempre han vuelto con las manos vacías. Hasta ahora.
Cada vez son más los que juran haberte visto, y son ellos, mis fieles servidores, los que me advierten. No la dejes escapar.
He salido bajo el cielo azul, y he mirado a las frías aguas del lago que domina buena parte de mi santuario aquí soy vulnerable. Pero no puedo dejar pasar la oportunidad de encontrarte. Y debo frotar mis ojos para asegurarme que lo que veo es cierto.
Ahora, día tras día, acudo a este despejado lugar a observarte. Tu sonrisa hace semanas que me ilumina, son tus palabras las que despiertan mis mejores sentimientos, tu mirada me cautiva y me hace ser puntual a la cita, día tras día, para a verte a través de las calmadas aguas.
Y son las perlas que ruedan por tus mejillas, esas delicadas gotas de la más cristalina de las materias que se deslizan por tu carita, las que me arrancan un escalofrío. Mis servidores, sorprendidos, observan como su señor es vencido sin luchar, aterrados contemplan como pequeñas gotas de una sustancia menos pura que la tuya nacen en mis ojos. Han visto, sumidos en el desconcierto, como una de esas gotas ha rodado por mi mejilla.
Sonrío. Lo que siento por ti asusta al miedo, como si una luz se encendiese en mitad de la oscuridad y la persiguiese con la certeza de que nada puede escapar a su paso, no hay sombras donde esconderse, ni rincones donde guarecerse. El miedo no tiene donde ocultarse, ni donde alimentarse
No habrá distancias que no recorra para verte, ni muros que puedan detener mi paso. Podrán reírse de mi, burlarse y hasta insultarme. Podrán reprocharme y hacerme preguntas para las que no tengo respuesta. Pero no podrán detenerme. Ni el cielo es tan grande que pueda guardar en secreto tu paradero, ni los bosques más profundos serán capaces de atesorarte eternamente.
En las más profundas cavernas, permite que tu sonrisa sea mi luz
Te quiero Paula
Dios mio Mario, por favor dejame felicitarte por escribir algo tan bonito, cosas así son las que me hacen seguir creyendo que aún existe la magia y que algún día yo tambien la encontraré. Y tambien felicitarte por haber encontrado a alguien que tiene que ser tan especial como lo eres tú, ya que ha inspirado estas palabras.
Como llega la navidad, y un nuevo año, mi deseo para tí es que ojala que tranë pueda cambiar sus amargas lágrimas por otras llenas de emoción y alegría. (ays que tierna me estoy poniendo...jo, pero es que una vez más has conseguido emocionarme a mí)
Te mando un abrazo muy muy fuerte de alguien que sabes que te quiere mucho.
Ahora mismo no sabria escribir lo que siento.Siempre me dejas sin palabras y es que nunca nadie me habia escrito algo tan bonito ni me habia hecho tan feliz...quiero decirte una vez mas que de lo poco que tengo en estos momentos,tu eres lo mejor, sin duda!Y nada...muchisimas gracias por ser como eres,que te quiero un monton amore! (K)
Bamby: Magia? jajaja, esta bien creer en ella :)... algun día escribiré algo sobre eso. Y sí, es especial :).
Se agradecen tus buenos deseos :). Y se agradece tambien que me mientas un poquitin con lo de emocionarte xD.
Un abrazo muy fuerte encanto.
Paula: Que decirte aqui que no te haya dicho ya en privado? Gracias, una vez más, por dejarme quererte :), gracìas por tratarme como me tratas y gracias por hacerme sentir tan importante. Un besazo cariño.
No te conozco ni a ti ni a Paula, pero se una cosa con la que me basta para saber como eres: La amas con todo tu ser. Eso habla muy bien de alguien, asi que no cambies.
Paula eres una chica afortunada. No le dejes escapar nunca. Pues al final del camino, en la eternidad, estos detalles son los que realmente cuentan.
Un saludo, cuidaros.
Bienvenido al blog :), al ser tu primer comentario debo decirte que espero que te pases por aqui a menudo, tienes total libertad para enriquecer con tus comentarios mi humilde santuario :).