Ultimamente no dejo de pensar en lo que le gusta a la gente hacer daño. A ver, no es algo cosciente, pero tendemos a dañar a la persona que deseamos tener cerca... es una forma de subyugarla con la necesidad de nosotros mismos. Lo explico, si la haces daño de forma casi imperceptible y luego le muestras la solucion en ti mismo, consigues que esa persona se quede a tu lado un ratito más.
Y cada vez me doy cuenta de que se usa más esta tecnica... ¿será por que es algo corriente y hasta que no me he dado cuenta de que yo lo hacía y he dejado de hacerlo no me he empezado a fijar en ello?
El caso es que hoy he encontrado 3 razones para evitar ese comportamiento:
1) La gente que se da cuenta de este "truco" y lo sufre en propias carnes aprende... y deja de querer. Y duele.
2) Amargarse o dejarse amargar tiene delito. Estamos aqui 4 ratos y nos gusta sufrir... pues oye no, me niego, quiero ser feliz y vivir la vida.
3) La autentica felicidad no proviene de tener a la persona que queremos al lado. La felicidad (para mi) es que esa persona que tenemos al lado nos quiera de verdad.
Te refieres al chantaje emocional?
Hay muchas más razones para no utilizarlo, pero esas tres son muy precisas.
Como tú dices, lo hacemos de forma inconsciente, si no fuese así nos dejaría en muy mal lugar, no crees?
De todos modos, a veces, cuando estamos con la persona que queremos y queremos que nos "aguante" un poquito más, usamos lo que sea necesario, aunque, tambien otras veces, hay situaciones que escapan de nuestras manos, como la distancia, la falta de tiempo, que nos genera cierta frustración, esa frustración, sale en forma de agresividad y soltamos una frasecita de esas que sería mejor contar hasta cien antes de decir, y después nos entra la culpabilidad, porque entendemos que esa persona no es culpable de la frustración: que está ahi cuando puede y por que quiere y la culpabilidad, aumenta la frustración...y más leña al fuego.
Lo he complicado mucho?
Un beso.
Asumo que el chantaje emocional es uno de los componentes más coscientes dentro del termino al que me refiero, pero sí, a grandes rasgos, sí.
¿Sabes cual es el problema a menudo? El orgullo, el no saber reconocer los errores... y quizas soltar la frase no tenga tanta importancia como el, despues de dicha, seguir apoyandote en esa afirmación. Reafirmarte.