Salió lentamente de la cueva que le había acogido los últimos dias, miró los grandes arboles que le rodeaban, el verde suelo, el tranquilo remanso del rio que cruzaba el profundo bosque... y suspiró. Había estado preparandose para aquel momento durante horas de intenso esfuerzo, encerrado en la oscura cueva sin más luz que algunas velas y los destellos de su hacer.
Inspiró hondo, relajandose y disfrutando del lugar. Necesitaba estar al máximo rendimiento para lo que iba a hacer y, expirando, se concienció de la importancia del momento.
Sacó un pergamino que todavía tenía la tinta a medio secar, comprobó que llevaba todo lo necesario en sus bolsillos y que podía acceder a ello en el orden adecuado. Todo listo. Empezó a leer el pergamino, las palabras danzaban entre ellas, finos garabatos parecían moverse haciendo imposible la lectura, se esforzó por calmarse, concentrarse, en cuando lo consiguió, las palabras que parecían estar moviendose volvieron a su sitio obedientemente.
Su voz rasgó el silencio con unas palabras cortantes, bruscas. Sabía que tono había que darle, conocía la cadencia... una coma fuera de sitio o una inspiración inadecuada podía acarrear el fracaso o, incluso, algo peor. Poco a poco sintió como el poder dominaba su ser, la magia corría por sus venas mientras el cantico se volvía más y más rapido y duro. El pergamino ardió en llamas, tal como estaba previsto, sacó, sin cesar el cántico, un pequeño bote lleno de un polvo grisaceo en el que sopló para esparcir parte del contenido en una nube de lento descenso. Los arboles parecían mecerse con la cadencia del cántico, la tierra late con su fuerza, los animales callan sensibles ante el despliegue de poder. El polvo gris todavía flota en el aire cuando, con un seco mandato del hechicero, se vuelve plateado y empieza a destellear al sol de la mañana.
Ya sólo se escucha un murmullo de sus labios, a pesar de que el hechizo sigue emitiendo las palabras con fuerza. De pronto siente que algo va mal, no es capaz de decidir el qué pero puede sentir que la energía convocada escapa a su control, como si un sumidero enorme hubiera absorvido todo el poder. Eleva los brazos en un intento de controlar el hechizo, sin exito debe bajarlos poco a poco para dejarlos laxos en los costados. Cuando acaba sólo presencia una leve ondulación del aire y un ligero chisporroteo... nada que ver con el efecto esperado.
Con los ojos hundidos por el esfuerzo, la espalda encorvada y la piel pálida, decide deslizarse hasta la cueva y seguir su preparación. Quizás la proxima vez sí sea un exito.
Magia, una palabra tan corta para tan amplio contenido. Tan necesaria como deseada por todos los seres. Tan cercana a nosotros como dificil de conseguir, aunque son pocos los capaces de apreciarla en los breves instantes en los que se logra alcanzar.
Si una cosa no sale bien a la primera vez, y si es algo que realmente se desea, no queda de otra que volver a intentarlo una y otra vez que en algún momento saldrá con resultados exitosos.
Si la magia pudiera aplicarse en la vida diaria sería algo magnífico, a lo mejor nos libraríamos de complicaciones innecesarias, pero que también la magia a veces es impredecible, una sola palabra mal dicha, podría volver una situación peor de lo que ya era.
La magia creo que es algo que no deja de atraer a muchísima gente, es que posee tanto misterio, tanto atractivo, es un tema muy interesante del cual me gustaría saber más.
Un abrazo muy grande
palabra por palabra lo que dice minerva...
cacy: Y muchos la invocan sin saber que lo estan haciendo... espero que seas una de esas personas que suele apreciarla!!
Minerva: El problema es que al hechicero de mi relato se le acaba el tiempo. Y necesita que los resultados exitosos vayan apareciendo ya :).
La magia de la que yo hablo es la que se suele relatar en las novelas de fantasía. Me valgo de esa imagen de importancia para enmascarar otro tipo de magia más "mundana" :).
Un abrazo
bamby: palabra por palabra lo que le he dicho a minerva.... desde luego que la pereza gana adeptos :P.
está bien llorica...(tú te lo has buscado, luego no tequejes)
Me quedo con la primera frase de minerva..."si una cosa no sale bien a la primera..." Vale, no hay que desistir a las primeras, pero a veces, tambien hay que darse cuenta de que si das con la cabeza en un muro y duele, no hace falta estudiar en salamanca para darte cuenta que otras veces que error está en no ver que ese camino no es el correcto y que hay que dar media vuelta y volver sobre tus pasos...
... y puestos a creer en magia, quizas ese camino ha llegado a su final o simplemente no es nuestro camino, por mas que nos demos golpes contra el muro, no vamos a pasar al otro lado... mejor? Ale, ya tienes respuesta completita...currate tu una.
Parece mentira que no me conozcas. Soy muy cabez... terco, tenaz, si me doy un golpe contra un muro, ya procuraré apartarme unos pasos... ¡¡pero sólo para estudiar la forma de vadearlo o de escalarlo!!
Tu ultima frase me parece un poco contradictoria, si eres capaz de creer en la magia, seguro que ningun camino tiene un final tan brusco.
La verdad es que tu comentario es algo pesimista, pienso que en vez de reconocer el error y darse media vuelta es mejor reconocer el error y buscar nuevos componentes para lograr si no lo mismo, al menos algo parecido.
bueno, ya sabes...un pesimista no es mas que un optimista bien informado.
No, ahora en serio, no es eso lo que queria expresar, por supuesto que hay que insistir hasta dar con el modo de conseguir las cosas, pero a veces, nos obcecamos y no somos capaces de ver el final de un camino, que no es que sea malo, es que los caminos no siempre van en linea recta, y por eso lo de golpearnos una y otra vez contra el muro. Y como la mula terca, gastamos energias contra el muro sin ser capaces de ver que girar 180 grados y tomar otro camino nos llevara a donde queremos ir. Como ves, no es desistir, es buscar otro camino que nos lleve a ese lugar.
A eso me refería en mi comentario, dar un par de pasos atrás y buscar un nuevo modo de superar el obstaculo. Creo que Warcry tenía una canción donde comentaba algo parecido, no? No me acuerdo de como se llamaba la cancion.
el amor es magia, algo que maravilla sin entender, encandila en sus celdas carmin de labios , la magia es un sueño muchas historias donde somos los magos de nuestro destino