Alfileres

Cuando veo imagenes como estas siento como si decenas de alfileres se clavaran por el cuerpo.

Un escalofrio, un mal disimulado desconcierto y una abrumadora congoja. Siempre he querido a Galicia incluso más que a Madrid (mi lugar de nacimiento y residencia) por varios motivos. Siempre me ha parecido una tierra especial llena de encantos, un lugar donde acabar mis dias de forma relajada.

Y ahora arde en llamas, el fuego que en el anterior post servía para ilustrar mi lucha interna ahora sólo ilumina las carencias totales de sentido comun. Y este post no es para llorar las decenas de miles de arboles calcinados o las cientos de familias que han perdido su sustento (ese llanto es hoy interno), no, es para decir que no veo multitudinarias manifestaciones como con el prestige (ya se ha datado esta catastrofe como, en terminos economicos y naturales, peor que la del petrolero que ennegrció la costa), que la vertiente estupida del nacionalismo (que cada uno se crea de la nacion que sea mientras no dañe a nadie) ha provocado que haya menos brigadas que otros años al no aceptar a bomberos con dilatada experiencia por no saber gallego, que haya gente con suficiente sangre fria (y sin corazon) capaz de provocar los incendios adrede, que la oposicion se limita a asentir sonriente viendo como el gobierno (por mucho que digan y afirmen) no es capaz de controlar la situacion...

Cuando la politica se mezcla con las catastrofes, cuando la gente en vez de pensar en los arboles carbonizados o en las rocas llenas de petroleo piensan en los votos y en llevar banderitas de partidos politicos, cuando el dolor es moneda de cambio... malo, más valdría que los alfileres se clavasen de verdad.