Apenas imagino tu silueta. Suficiente. Tus delicadas formas se abren paso en mi imaginación bloqueando cualquier otro pensamiento. El fuego ha empezado, ahora es solo una chispa pero crepitará con fuerza en cuestión de minutos.
Intento borrar tu imagen de mi mente, con la vana esperanza de apartar la tentación. El miedo me invade y pienso, en segundo plano pues tu ocupas el principal, que los caminos acabarán por diluirse haciendo imposible seguir la senda.
El volcán parece haber entrado en erupción, mi piel arde, fiel reflejo del torrente de fuego que corre por mis venas, incontrolable mi instinto se remueve inquieto, como un animal que se siente amenazado, asestando golpes y empujones a la carcasa que lo apresa. Nervioso se balancea de un lado a otro intenando derruir las murallas que no son otras que mi propio cuerpo. Casi puedo sentir sus, cada vez más furiosos, golpes.
Mi cabeza palpita y tu imagen no se borra. Lo que hasta ahora parecía un verano caluroso se transforma en una gelida brisa invernal. El fuego que me consume no puede rivalizar ni con el mismisimo sol. Mientras tanto, tu delicada forma se recorta contra la luz que amenaza con cegarme. El deseo se apodera de mi.
El infierno, con sus rios de lava incandescente, estalla esparciendo miles de ascuas en mi mente. El deseo se incrementa hasta ser dolorosamente fisico. Sin control arden mi mente y mi cuerpo. Ya no veo más que una cortina de rojo fuego crepitando ante mis ojos...
Y ahora, consigo refrescar mi maltrecho ser escribiendo algunas palabras, dejando que el fuego que me consume se descontrole quemando letras y extendiendo frases... Temo el dia en el que escribir no me refresque.
Vaya! cuanto apasionamiento, se nota que eres un aries, no es que sea muy creyente de la astrologia pero he visto que muchas personas coinciden con sus signos zodiacales en varios aspectos y tú no eres la excepción. Si que tienes cierto refinamiento para describir esa clase de sensaciones y te felicito por ello.
Un abrazo muy grande
A parte de ser aries, tengo 21 años, jajajaja. Supongo que todos debemos lidiar con este tipo de sensación. La tentación, el deseo, el tener que controlarse para seguir los principios propios (a veces me pienso esto de tener principios, tan a cuenta sale?)... pues eso, tener 21 años :).
Un abrazo enorme Minerva