Como miembro del grupo gestor del Banco del Tiempo de Leganes, una de mis funciones es la captación de socios y su pleno integramiento en la asociación. Para ello nos valemos de entrevistas personales cara a cara en las que un entrevistador (en este caso yo), queda con un aspirante a miembro y mantienen una conversación coloquial donde vamos pasando por distintos puntos... estudios, cursos, intereses, hobbies, que ofrecer, que buscar, alternativas, el funcionamiento de la asociación...
Aunque parezca un interrogatorio, nada que ver, porque todo se enmarca en una conversación donde puedes elegir que decir o que no decir (¿para que voy a poner que tengo un curso de cocina si no quiero enseñar a cocinar?). Normalmente siempre se acepta al entrevistado (no es un examen!, es un mero tramite para completar la ficha de socio).
El caso es que hoy tenía una entrevista (la tenía mi compañera, pero no ha podido venir y me iba a hacer cargo yo) y el candidato a socio no ha aparecido. Y al contrario de los que me rodeaban, me ha dado un poco igual, he perdido media hora de mi tiempo, pero ya está.
Parece que como miembro del Banco del Tiempo me sobra tiempo... pues bien, ando algo justo. Y estas entrevistas me quitan horas de descanso (lo que no haga ahora, lo tengo que hacer despues... y eso contribuye a que me acueste más tarde).
Hace meses me hubiera comido la cabeza de mil formas diferentes (la eterna lucha entre el deber y el querer, el bien y el mal, y todo eso)... hoy solo pienso que el que se lo pierde es él. Y que si quiere ingresar, que llame y se preocupe de estar puntual en la siguiente convocatoria.
Enhorabuena por actuar de esta manera y pensar asi... eso te traera cosas buena... que esa energia que derroche nos impregne a todos.
un beso cielo
energia? jajaja, precisamente ahora me acusan de no tener sangre en las venas :). Es que he descubierto que amargarse por tonterias no merece la pena...
Un abrazo.