Desde los acantilados
de Bojador cantan las olas:
"basta ya de derrotas".
El hombre del desierto esperó demasiado.
Un hombre espera en el desierto
a que se tiña de gris el cielo,
a que me ames en hasanía
a que devuelvan la melodía
que le robaron al viento.
La arena de los relojes hizo crecer el desierto.
Ismael Serrano
Como ese hombre del desierto me siento ultimamente... es curioso como en epocas de examenes me vuelvo más insensible a ciertas cosas, más frio. Debe ser evolución...
Adelante, escribe