- No quiero morir Donald. He desperdiciado mi vida, joder, la he desperdiciado.
- De eso nada, y no vas a morir.
- La he desperdiciado... te admiro Donald, ¿lo sabes?... Me he pasado la vida paralizado pendiente de lo que la gente pensara de mi. ¿Y tu? Tu no te enteras de nada.
- Claro que me entero.
- No, no lo entiendes, te lo he dicho como un cumplido... Recuerdo un dia en el instituto, que miraba por la ventana de la biblioteca. Y hablabas con Sara Morris...
- Dios mio, estaba loco por ella.
- Ya lo sé, y tonteabas con ella, y ella estaba encantadora contigo.
- Sí, me acuerdo.
- Y luego, cuando te fuiste, empezó a reirse de ti con Kim Caretti, y fue como si se burlaran de mi. Tu no tenías ni idea... parecías tan contento...
- Ya lo sé... les oí.
- ¿Y porque estabas tan contento?
- Quería a Sara, Charles, y ese amor era mio. Yo era el dueño. Ni Sara tenía derecho a privarme de eso. Yo puedo querer a quien quiera.
- Pero a ella le parecías ridículo.
- Bueno, ese era su problema, no el mio..... Uno es lo que ama, no lo que le ama, eso lo decidí hace mucho tiempo.
Adaptation, [el ladrón de orquídeas]
Ey, me ha gustado, como siempre... me alegro de que vuelvas a escribir.
Hablamos pronto...
UN GRAN ABRAZO
Y me alegra que te sigas pasando por aqui de vez en cuando :).
Un fuerte abrazo!