Una manta está extendida cubriendo el suelo, ajustandose al terreno, cubriendo las montañas, besando cada rincon... nada se puede ocultar del contacto de esta manta, a todos nos arropa.
Esta hecha con miles de hilos, cientos de miles, millones... se entretejen, se cruzan, hay nudos, rodeos, agujeros cubiertos con parches mal cosidos, pero cosidos al fin y al cabo. Hay bellos dibujos hechos con los hilos más insolitos.
Y cada hilo tiene miles de otros hilos cruzandose, y cada hebra es importante. Fragil, efimera...
Hoy no he podido evitar escalofrios cada vez que veía las noticias, cada vez que alguien lo comentaba en la calle, en algun bar, algun mensaje en el movil preguntando. Las calles más vacias de ambulancias de lo que es habitual, el rugido ronroneante de algun helicoptero lejano.
Somos fragiles. Lo asumo, la vida tiene el mismo valor que la muerte, solo el precio que tasan aquellos que se quedan cuando nos vamos. Se que cada dia en el mundo mueren miles de personas, pero solo hoy he sufrido al pensar en las familias que han perdido a alguien en el accidente de Barajas. Al revisar la lista de pasajeros (ya me llevé una desagradable noticia haciendo lo mismo con la lista del 11M, pero son cosas que hay que hacer por si acaso), al leer sus nombres, he imaginado sus vidas, pensado en que han finalizado abruptamente, con familiares y amigos que van a pasar unos dias realmente malos (semanas, meses...) y que van a marcar en negro el 20 de Agosto en los calendarios.
El dolor va a embriagar muchos pechos esta noche, y las lágrimas van a abnegar muchos ojos... en la manta, en la nuestra, con la que nos arropamos, hay un gran agujero que va a ser dificil de reparar. Lo siento sinceramente por aquellos hilos que estén cerca, mañana puede tocarnos a nosotros y ser nuestros padres, o nuestros hijos, los que lloren desconsoladamente al ver que nuestro nombre está en una lista poco afortunada... aunque sea por puro egoismo, es natural sentirse cercano.
Adelante, escribe