Nos han traido los botiquines para nuestros equipos, por fin, asi que cada delegado debe coger el de su selección y llevarlo a los partidos. Al abrirlo delante del responsable medico para que me hiciera un breve resume, he sacado una fundita con media docena de agujas esterilizadas.
- Eres muy optimista si te crees que voy a usar esto... no soy aprensivo con las agujas (soy donante de sangre), pero esto es bastante diferente.
- No hombre, lo tuyo será aplicar el compuesto de frio, el clorotilo, limpiar alguna herida, poner vendajes basicos, evitar que se trague la lengua en un ataque y cosas así de conocimientos generales... esto es solo por si hay algun medico en las gradas, para que tenga material a mano justo al lado de la incidencias graves en el mismo momento en que ocurra. Incluso para ellos no es más que un parche hasta que llegue la ambulancia.
Despues de un rato pensando, me dice.
- De todas formas, fuera de esto, te digo que si hay una emergencia, nunca se sabe como actua uno.
- Pues no me imagino llevando la voz cantante en una situación así.
- Uno nunca sabe cuales son sus limites hasta que los alcanza.
Adelante, escribe