Anoché soñé que me moría... un estupido resbalón en un mal sitio. Y pasé a verlo todo en tercera persona, etereo y libre, con la carcasa terrenal tirada en el suelo.
Lo primero que pensé en el sueño fue "vaya putada... con todo lo que me queda por hacer". Pero por otro lado, sentí alivio, "bueno, asi me libro de hacer todo lo que tengo que hacer este fin de semana".
Me sentía bien, libre, tranquilo... en los ultimos meses he pasado un par de noches así, soñando con cosas que me relajaban. Una chica vestida de azul con el pelo negro azabache y la piel clara que me abrazaba y me susurraba palabras al oido. O bien un bosque inmenso, y yo en medio, solo, escuchando el rumor de un riachuelo.
Y despiertas y sientes las agujetas del ejercicio, te levantas pesado, preparas torpe el cafe y te vas a la ducha tropezando con las puertas y maldiciendo los despertares. Las alas de la libertad se convierten en pesadas cadenas de hierro y deseas no tener que despertar, vivir un poco más en esos mundos de sueño donde la realidad no llega.
tanto tiempo... y sigues siendo el mismo... aquí al menos que es donde te conocí... hoy he estado en mi blog...ufff 4 años, fuerte... pero estabas en todos los comentarios.. en todas mis histerias y pensamientos de esa época... y esto sigue en marcha!!! cuanto lo echo de menos..
un enorme smuak aunque no me recuerdes..
duende
Como no me voy a acordar de mi duende preferida :).
Aunque hay cosas que cambian, otras por suerte siguen ahí... no tienes más que pasarte :).
Un fuerte abrazo duende!