Ogro sudaba profusamente, su corazón latía con fuerza, sus musculos ardían bajo la piel.
Todavía escuchaba los pasos de sus perseguidores como estampidos trás él. Tenía el brazo derecho cubierto de arañazos por haberse avalanzado contra una pared para evitar ser atrapado, el ojo derecho estaba medio cerrado y morado, un fuerte golpe le había dejado medio incosciente un par de dias atrás, cojeaba ligeramente por una antigua lesión y apenas podía respirar por el esfuerzo... pero notaba aire fresco frente a él.
Lo peor de ese laberinto no son los multiples caminos falsos, ni la insistente soledad con quien hay que cruzarlo, lo peor son los guardianes, miedos y debilidades crecidos y preparados para atrapar a quien se atreva a poner los pies entre sus altos muros. "no mercy". Sin nada que perder y todo que ganar, perfectos cazadores.
Conejo tenía las orejas pegadas al lomo, su habitual acidez y cinismo estaban apagados, sus ojos se cerraban ante cada nuevo lejano golpe, sabía que les seguían de cerca, y en el fondo sentía aprecio por Ogro, tanto como Ogro lo sentía por él.
Los tambaleantes pasos de Ogro tomaron una ascendente inclinación, y el aire fue más fresco. Finalmente llegó a la cima de un monticulo, y giró varias veces sobre si mismo, incredulo, por primera vez en meses no había muros a su alrededor. Tardó varios segundos en comprender, no estaba fuera, estaba en un monticulo, en mitad del laberinto, tan perdido de la entrada como de la salida, pero estaba respirando... con un doloroso gesto inspiró profundamente el aire limpio y dejó que llenara sus pulmones.
Pudo ver dos nubes de polvo acercandose por los pasillos que el mismo había cruzado momentos antes, y sintió un escalofrio al recordar a sus perseguidores... acarició distraidamente el lomo de Conejo mientras pensaba que hacer. Y por un momento tuvo la fria certeza de que salir del laberinto podría llevarle toda una vida, se sintió caer una eternidad por un pozo oscuro, empezó a tener frio y desconfió de que sus piernas pudieran sostenerle.
Conejo, al quite, le golpeó un par de veces para traerle a la realidad...
- Si te has metido en esto, tu sabrás como salir. El camino no es facil ni tu eres de los espabilados... confiemos en tu aguante.
- Tenemos toda una vida para comprobarlo.
Y empezó a andar de nuevo.
He llegado a tu blog de una curiosa forma. Estaba buscando una imágen de lluvia en el google y esa imágen me remitía a una entrada tuya del 2007, en concreto del 30 de Junio ¡Me ha gustado tanto que he buscado el blog completo!
Y ahora que lo he encontrado, definitivamente me quedo.
Un beso.
Pues bienvenida seas! Estoy a tu disposición.
Un beso.