He salido de mi casa a las 8:55 y he vuelto a entrar a las 22:40... casi 14 horas de actividad constante y no precisamente de fiesta.
Entre clases, beca, practicas e Ingles (y media hora para comer!) se me ha escapado otro dia entre los dedos, como la arena caprichosa de un reloj roto.
He llegado a casa cansado (por suerte tambien tengo bastante trabajo fisico), pensando en que mañana me toca salir de nuevo a esa hora y sabiendo que probablemente llegue a la misma... pero no hay agobio, ni abatimiento, solo ese agradable cansancio fisico que te recorre las extremedidades y que está clamando por una ducha de agua caliente, agua que se llevará por el desagüe cualquier pequeña mancha del dia... para solo quedar la intima sensación de estar haciendo lo que quiero hacer.
y la ducha caliente se lleva todo, y uno se siente a si mismo durante esos minutos, simplemente sintiendo el agua correr por todo el cuerpo, con una caricia tan reconfortante...
Marca el fin de un dia largo. Quizá el unico momento del día que nos dedicamos y al que nos abandonamos mientras el grifo permanece abierto.
Y lo bien que sienta...
y lo facil que es...