Hoy me he quedado en casa para terminar un trabajito sobre como calentando agua con acumuladores de placas solares, podemos generar aire frío... lo que se llama frio solar y que será el futuro de la climatización tanto industrial como domestica.
El caso es que he acabado antes de lo pensado, y ya por pereza he decidido quedarme en casa... una vez que te duchas y te pones el chándal cómodo, ya da pereza hasta levantarse del sofá. Así que me he hecho algo de cenar y me he sentado aquí, frente a la pantalla, sin ningún propósito especifico y con música para más de 2 horas.
Y me han aparecido las ganas de escribir, sin necesidad de contar nada, sólo escribir, y he abierto un documento word en blanco y me he puesto a teclear como hace años que no escribía... me he sentido como cuando tenía 16 años y acababa de empezar a escribir relatos de un par de folios como mucho (y un gran logro que me resultaba llegar a tanto).
Gota a gota iban surgiendo las ideas del entramado, los personajes me venían solos a la mente, y he parado cuando me he dado cuenta de que la música se había acabado un buen rato antes. Hacia tanto que no sentía el bálsamo de escribir que no recordaba que gratificante es, aunque sea para no decir nada, aunque no sea para reivindicar algo.
Adelante, escribe