Viejos tiempos

Hoy ha sido uno de esos domingos ociosos que te matan dulcemente, de esos que de vez en cuando echas de menos... son domingos de quedarse en casa, de desperdiciar el tiempo, de acallar la energia que te impulsa a salir fuera, o a hacer algo util. Para mi ha sido uno domingo totalmente vacio, de pasarme 14 o 15 horas sin un proposito fijo, ni ganas de tenerlo, simplemente de ver alguna pelicula, de escribir un rato... de dejar pasar la vida.

Tengo un disco duro donde he recopilado toda la musica desde que tengo 13 o 14 años, y he aprovechado para escuchar musica durante horas, mientras escribía, como hace mucho tiempo que no he podido disfrutar. Lo he hecho sin miramientos, he arrastrado la carpetita hasta el reproductor y lo he configurado en aleatorio.

Y ha sonado una canción que me ha dejado helado, he dejado de escribir, he mirado al frente y me he sumido en una extraña melancolía... releyendo el blog he visto que antes abusaba de decir que estaba melancolico, nada que ver con lo de ahora. Supongo que cuando mayor te vas haciendo, los lapsos de melancolia son más profundos, debe ser por eso de la práctica.

El caso es que cuerdas de acero de Barón Rojo me acompañó durante buena parte de mi adolescencia heavy, y me han venido a la mente todas esas tardes vestido de negro con camisetas de mis grupos favoritos, haciendo cola para un concierto, sintiendome acompañado por cientos de personas (y despues de tanto tiempo, nunca me he sentido tan parte de algo como en aquella epoca me sentía). Y de golpe han pasado 10 años, varias relaciones amorosas mediante, una carrera casi acabada, varios viajes al extranjero para trabajar.... y los 10 años han pesado en mis hombros como si fueran una entidad fisica (hecha de hormigon armado y muy muy grande).

El caso es que creo que tenía más cosas para ser feliz de las que tengo ahora y aún así no podría decir que fuera más feliz. Por lo menos eso me he llevado de estos 10 años, algo he aprendido...