"Es mejor encender una luz que maldecir la oscuridad." Proverbio Arabe
Parece que las vacaciones me están pudiendo. Llevo unos cuantos días sin publicar, y mi intención de acabar el tema de la sobreexplotación de recursos antes de acabar el año no ha sido posible (en breve). Tengo mis buenas razones (o excusas), he pasado más tiempo con la familia, con los amigos, he visto caras que tenía muchisimas ganas de volver a ver... para eso están estas fechas, ¿no?
Dejé de ser religioso hace un tiempo, y para mi Navidad bien podría llamarse solsticio de invierno, es curioso como otras muchas religiones y culturas ya tenían estos días como momento cumbre de sus respectivas creencias. Hace unos años leí sobre esto. El solsticio de invierno es el momento en el que las noches empiezan a ser cada vez más cortas, y los días más largos, así que en casi todas las culturas se ha tomado este momento como un acto simbólico de renacimiento. A nosotros, que vivimos rodeados de luces, y que la producción de electricidad nos permite, si queremos, vivir 24 horas inmersos en luz, nos puede parecer una tontería, pero de esto hace relativamente poco, me imagino las culturas de hace 2 o 3 mil años, viendo como el frío les mataba las cosechas, los días se acortaban, las noches se hacían eternas, cada día unos minutos más. ¡Es normal que celebrasen el momento en el que este proceso se revierte!
Intuyo que eran momentos de alegría para la gente que tenía que adaptar sus condiciones de vida al ciclo solar. Literalmente significaba que iban a tener más vida, más horas de luz para poder estar en el exterior. Las celebraciones basadas en la comida tambien tenían su explicación, en invierno, con los campos helados, cualquier intento de conseguir cereal era imposible. ¿Cómo alimentar a los animales con los cereales que hay que ahorrar para el invierno? Pues se sacrificaba a todos aquellos animales que no iban a poder ser atendidos y suponía uno de los pocos momentos a lo largo del año donde se podía tener carne fresca en abundancia.
Dicen que ya en el neolítico (entre el 7000 a.C. y el 4000 a.C.) estas fechas tenían esa simbología de renacimiento, de volver a empezar, de compartir, de comida en relativa abundancia... ahora no tiene demasiado sentido, al menos para nosotros (tenemos luz de sobra, comida en abundancia...), pero somos animales de costumbres, y nunca esta de más sacar un ratito para los nuestros... y para hacernos promesas de mejorar en algo.
Prometernos a nosotros mismos mejorar... con todo lo que ello conlleva. Habrá que ponerse manos a la obra.
Adelante, escribe