"El dinero a veces resulta demasiado caro." Ralph W. Emerson
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Cómo buen frikie que soy uno de mis hobbies es perder el tiempo frente al ordenador en uno de esos juegos online gratuitos de navegador. No, no el farmerama ni nada de eso light, si no juegos de estrategia y control de recursos económicos, donde putear a otros (y ser puteado) es parte de la diversión.
Mi visión militar a gran escala deja mucho que desear... una vez me cedieron el puesto de general de la alianza. A las 4 horas de organizar a 80 personas para coordinar un ataque, renuncié lloriqueante. Ah! Otra cosa es el terreno económico. Rápido pillo los vaivenes de la oferta y la demanda de los mercados y en pocas semanas tengo maximizado mi sistema de producción, bien protegido por fuerzas militares para evitar saqueos por si no me conecto en un par de dias, y monopolizado el sistema comercial local con técnicas que en la vida real no creo que sean legales.
El sábado quedé para comer con una de mis jugadoras favoritas, con la que he compartido ya un par de años de batallitas. Es realmente buena. Con un ejercito 10 veces menor que el mio es capaz de sacar de quicio a jugadores mucho más potentes, y no necesita desarrollar su sistema de producción, simplemente lo recolecta a sangre y fuego de otros jugadores.
Ahora mismo estamos envueltos en una guerra contra una alianza que nos duplica en personas y puntos, y lo comentábamos mientras comíamos (entre otras muchas charlas para nada frikies, dicho sea de paso). Casi me pega cuando se enteró de que para mantener varios ejércitos de la alianza, he tenido que sacrificar mis defensas y vender recursos a la alianza enemiga. Me llamó traidor con una sonrisa encantadora pero con unos ojos que clamaban muerte.
No es facil ser un comerciante que juega a dos bandas, aunque sea para pagar las facturas necesarias, pero confío tanto en mis compañeros que se que es rentable. Que es asumible el poder mantener nuestros ejércitos aunque sea a costa de perder una parte de ellos a manos de enemigos a los que suministro. Cierto es que no puedo evitar sentir cierta culpabilidad, incluso siendo solo un juego. Lo que no entiendo, lo que me preocupa: ¿como es posible que haya gente que haga esto en la vida real y puedan seguir durmiendo?
Adelante, escribe