5 minutos.
Te recuestas sobre la pared, agudizas tus sentidos y esperas. Puedes escuchar el tosido cascado de algun sátiro borracho que se tambalea. Quien hace de su vida una fiesta continua pasa por delante tuya sin apenas dedicarte una mirada... sus ojos enrojecidos y su pelo desgreñado van a juego con una piel desgajada por el uso y el tiempo. Su sonrisa es mitad divertida, mitad ironica, como quien mira a la vida de reojo.
3 minutos.
Dos bellas y provocadoras ninfas se sientan junto a ti, hablan de vez en cuando, pero sus miradas se pierden en los luminosos. Probablemente estén decidiendo ser malas y atraer a algunos incautos. Sus piernas, apenas cubiertas por algun retazo de tela, provocan la mirada de todo aquel que no es capaz de llegar más arriba... la verdadera trampa que te atrapa son esos ojos que te hunden en un lago oscuro y tranquilo de tentaciones susurradas.
2 minutos.
Un solitario gigante aparece frente a ti, os separan 6 metros, pero puedes ver sus enormes manos, sus largos brazos, su musculado torso y su vista cansada, se recuesta en la pared al igual que tu, esperando su destino. A pesar de su tamaño, parece debil, casi como un niño, pronto hace ademan de cambiar de postura, pero parece cansado y se limita a dejarse caer pesadamente contra la pared. Aún apoyado te aventaja en altura.
1 minuto.
El traqueteo constante se enciende, aumentando su intensidad... en ese momento dos representantes de la ley entran a paso vivo en tu peculiar laboratorio de observación, se dirigen sin pensarselo contra el sátiro. Las ninfas se colocan a tu lado, rozandote, a pesar de que hay mucho espacio para situarse. Los caballeros (o verdugos, dependiendo de quien mire) de negras y gomosas espadas imponen la ley, las palabras se calientan y no ves el final porque un bufido te indica que tu destino comienza en otra parte.
¿Quien sabe lo que podras ver en el nuevo lugar donde estás dispuesto a entrar?
Das un paso más. Y descubres otro mundo de extrañas criaturas.
Siempre he disfrutado de los viajes en metro... pero mi hora favorita para espiar al Madrid suburbano es, sin duda, la noche:).
Hola chico, veo que sigues como siempre, da gusto ver que hay cosas que no cambian.
Ya estoy de nuevo por aquí, ya no lo tengo prohibido.
Lo echaba de menos
Hola!!!
me encantan estos post... y me facinaron especialmente las descripciones de las ninfas y el borracho... iliustrativas y visuales... me encantooooo!!! :-O
Bravooooo por un post tan bien logrado, como hacía tiempo no leía... ni aquí, ni en ningun otro blog!
:P
besos trane y despues paso a cobrar lo que habíamos arreglado (q tanto elogio no es gratuito che... jiji)
duende: :O :O :O
como te echaba de menos ya!!!! Tardé 6 meses en quitar tu link con la esperanza de que vinieras de nuevo :). Pues eso... bienvenida de nuevo!!!
morocha: como tuviera que pagarte por cada buena critica... me volvia pobre en un momento :P. Asi que, me limito a agradecertelo y a mandarte un abrazo enorme :).