El agua fria arranca de mi garganta los ultimos resquicios del amargo sabor del café. Una impersonal luz blanca ilumina medio centenar de folios de papel reciclado y otros tantos folios blancos llenos de garabatos indescifrables. Un solitario boligrafo bic azul, ya casi gastado, aguarda impaciente para seguir escribiendo numeros, formulas, notas aclaratorias.
Noto como se repliega. Si hace unas semanas hablaba de su despertar, ahora debo decir que se va, ese Träne de la espada en la mano y la media sonrisa. Los miedos, como si fueran perros atosigando a un oso herido, han hecho un par de amagos de ataque, tanteando la nueva situación de las defensas. Han olido la sangre de las heridas abiertas, las nuevas y las viejas, incluso de alguna que nunca parece cerrarse del todo.
Y huelen el miedo. Saben que ahora no recibirán tantos golpes si atacan, casi parecen sonreir en un gesto demasiado humano. Hace un par de noches comentaba a una amiga por email que notaba como ese Träne frio tomaba fuerza de nuevo, que estudiaba mejor, menos cansado y más horas, que los fracasos eran oportunidades para aprender de mis errores, que los miedos sólo eran entrenamiento para ser más fuerte... debía ser uno de los ultimos estertores. Espero que esta noche sólo se haya tomado un descanso...
Yo también espero que sólo haya sido por esta noche, que vuelvas a asustar a las sombras pronto y que deje de saberte la boca a sangre.
Y de no ser así, espero un silbidito fuerte que retumbe en las paredes, y en dos segundos me tendrás dándote un abrazo.
Un besito pequeño
Gracias Lua, no olvido tu siempre solicita presencia... ya sabes que alguna vez la he requerido y no dudes que lo volveré a hacer si de verdad es necesario. Si no es necesario, no quiero despertarte con mis voces :), tampoco es plan de ser pesao.
Un abrazo