Un lustro ya y todavía tengo imagenes grabadas a fuego.
Cuando paso por Atocha hay veces que me viene el olor a la cera, y las imagenes de la gente llorando frente a los improvisados altares de velas, empapelados con carteles de apoyo.
Un lustro ya y no se olvida... no quiero ni imaginar lo que tienen que estar pasando los familiares de las victimas.
Se seguirá con la vida, no debe haber estancamiento, pero NO debe olvidarse para que no se repita jamás y transmitir las lecciones aprendidas a las futuras generaciones.
Otro besito :)