"Sin verdaderas necesidades no hay verdaderos placeres." Voltaire
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Ayer me cobré una deuda pendiente. Así, sin pedirlo ni nada, me encontré en la mano con un ticket para dos personas de unos baños arabes y una bolsa con un bañador.
El sitio perfecto. La gestión mejorable. Pero la verdad es que cuando sales pasado por agua y masajeado, todo te da un poco más igual.
He sacado tres conclusiones:
1) Voy a tener que meter abdominales y más carrera en mis ejercicios si quiero quitarme el complejo de la única redondita abdominal.
2) Agradecer las cosas en el idioma natal de la gente es un gesto amable (qué he sentido personalmente)... la próxima me tengo que asegurar que el camarero en cuestión sea arabe, y no de Alcorcón.
3) Lo necesitaba...
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