"Cada cual tiene sus propias penas y no es vergonzoso tomárselas a pecho. El único pecado es olvidar que los demás tambien sufren lo suyo, o permitir que la compasión por uno mismo nos haga olvidar tender la mano cuando alguien la necesita." Tad Williams
"Me encuentro solitario cuando busco una mano y sólo encuentro puños." Ralph Bunche
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En una de las últimas partidas de airsoft teniamos como misión escoltar unas cajas metálicas de un punto A a un punto B y defender ese punto, un pequeño claro, durante un tiempo para simular una extracción de la zona de combate (todo explicado y controlado por organizadores/árbitros). Se decidió formar varias patrullas que escoltasen al grupo principal y me tocó en uno que exploraba unos cientos de metros por delante.
Llegando cerca del punto objetivo nos sorprendieron en una emboscada. De golpe se escuchaban decenas de réplicas disparando contra nosotros. Corrí como un poseso para guarecerme hasta un murete de algo más de un metro, apoyé una mano para darme impulso mientras con la otra sujetaba mi réplica de M4 contra el cuerpo, y noté como la argamasa que acababa de agarrar para dar el salto se deshacía entre mis dedos cuando ya estaba en el aire. Intenté que mis piernas fueran por delante, pero no pude evitar caer de costado clavándome el walkie en las costillas y uno de los cargadores ya vacios en la zona lumbar.
Por un momento todo se volvió blanco, un dolor agudo me recorrió la espalda y la siguiente bocanada de aire fue como beber un chupito de absenta, cuanto más profundo avanzaba, más quemaba. En cuanto pasó el primer mal trago me palpé las costillas y descarté algo serio por la ausencia de dolor más allá del primer golpe. Pero no era capaz de juntar fuerzas para levantarme. Me sentí ridículo. Me sentí solo. Todo concentrado en un suspiro. A los pocos segundos aparecieron dos compañeros de equipo que habían tenido la misma idea pero con mejor resultado. Uno de ellos me tendió la mano para incorporarme. No les conocía más que de haberlos visto una hora antes, pero los hubiera convertido en mis amigos del alma por aparecer en el momento adecuado.
A lo largo de mi relativamente corta vida he pasado momentos poco agradables donde hubiera hecho cualquier cosa por una mano amiga. No entiendo por qué hay gente que las rechaza por sistema.
Adelante, escribe