"Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cosa." Friedrich Nietzsche
(tiempo de lectura medio estimado: 1 min y 15 seg)
He pasado unos días con unos amigos, más allá de la excusa de juntarnos para jugar con la consola la realidad es que es un momento de descanso de la rutina. Comemos cuando tenemos hambre y bebemos si tenemos sed, uno se despeja del trabajo (y su precariedad) o los estudios, los problemas y presiones quedan aparcados en la calle... un momento ideal para hablar también de temas muy serios que generalmente requieren de tranquilidad para poder hacerlo. De hecho, la mitad del tiempo he tenido el móvil apagado, ni mensajes, ni llamadas, ni internet.
Ayer por la noche, al encender el móvil, encontré 4 o 5 llamadas de una conocida y al final un mensaje advirtiéndome de no leer el email que me había mandado. ¡Una pena que ya estuviera en ello! Además, ¿¡cómo resistirse a leer un email que te piden que no leas?!? El caso es que es una de las muy poquitas chicas con un fisico especialmente atractivo que se han interesado abiertamente en una relación seria conmigo, algo así como la bella y la bestia, pero soy así de zoquete y, para una oportunidad que tengo, no acabo de sentirme cómodo con ella a pesar de intentarlo, se que suena raro y a ratos mis hormonas se enfadan y dejan de hablarme (o me atacan y me hacen hacer estupideces). En el email me decía que tenía que espabilar para no quedarme solo (recurriendo a uno de mis terrores adolescentes), que necesitaba una relación a largo plazo ya, y que ella era una gran oportunidad para conseguirlo.
Si me hubiera pillado en otro momento es posible que hubiera cedido al chantaje, los miedos de hace 6 o 7 años están casi superados, casi. Además sí me apetece alguna relación más seria. Pero dado que sólo tenemos una vida, no me voy a conformar con menos que intentar lograr lo que realmente quiero. No me importa ir contracorriente si así logro vivir una vida un poco más interesante. Cada mañana hay mil nuevas batallas, ¿cómo rendirnos y aceptar victorias parciales en cosas serias con la de cantidad de oportunidades que tenemos? Y si luego no se consigue nada, al menos no poder reprocharnos el no haberlo intentado.
Es un error de Dios no haber dado al hombre dos vidas: una para ensayar y la otra para actuar.