"Las heridas que no se ven son las más profundas." William Shakespeare
(tiempo de lectura medio estimado: 1 min y 5 segs)
Después de un viernes encadenando 3 planes distintos ayer se me antojó algo más tranquilo, y aprovechando que estaba solo en casa, invité a una amiga para tomarnos algo. A ella la conocí hace unos años en un curso de escritura, pasamos un par de meses de pasión en estado puro, y ahora sólo nos queda una extraña amistad de fondo, a veces un poco cargada de cinismo, a veces de sinceridad bruta, a veces de olvido durante meses... sea cómo sea, es de las muy poquitas chicas que puede jugar con mi lobo interior cómo si se tratase de un cachorrito, sin miedo a un mordisco.
Salí del gimnasio hiperactivo así que en un alarde de creatividad decidí preparar algo más elaborado que cuadrase con su tendencia medio vegetariana (come de todo, pero procura ceñirse sólo a vegetales)... compré una plancha de pasta brick, varias verduras e hice unos minirrollitos de primavera con una salsa suave de miel y mostaza en grano.
En lugar de recrearse en mi elaboradisima y agotadora labor cocinera de... ejem... 20 minutos... me miró fijamente y me dijo: "Algo te preocupa mucho para que los rollitos estén tan perfectos, tan cuadraditos, tan doraditos. Cuando te aplicas tan milimétricamente en algo es que quieres ocultarte otra cosa". Intenté cambiar de tema, quejándome en broma de la poca atención que le había prestado a mi obra culinaria, pero me cortó y me dijo con ojos llenos de burla "bla bla bla, palabras. Yo también soy escritora. Intentamos darle vueltas a cosas que son muy simples". Después de otro intento de desviar la conversación alegando que no me considero escritor acabó por hundirme con un: "Te sobran las palabras. Sea lo que sea, seguro que te sobran las palabras".
Últimamente dan tantos golpes a mi coraza que al final se me va a volver a caer... con lo bien ajustadita que había quedado para no pensar demasiado.
Adelante, escribe