"Para crecer hay que renunciar temporalmente a la seguridad." Gail Sheehy
(tiempo de lectura estimado: 45 segs)
Por fin vuelvo. Ahora sí he solucionado todos mis problemas informáticos gracias a una reluciente copia original de windows 8 (gracias reyes mágicos!). Disco duro nuevo y toda mi colección de programas legales (gracias openware!).
Ahora estoy garabateando en mi cuaderno (ya lo pasaré a ordenador) mientras el tren en el que voy traquetea y la chica de al lado me da cabezazos involuntarios en su vana lucha contra el sueño. Los asientos son demasiado estrechos y apenas dan espacio para maniobrar. Mi pierna derecha arde con la calefacción y mi pierna izquierda parece helada... en el centro hay un confortable equilibrio. Es sin duda uno de los más incomodos en los que he montado (quitando las horrorosas experiencias en Irlanda)... Cada vez que hace sonar la bocina parece una mezcla de trompeta medieval y elefante acatarrado. Y me han entrado unas ganas terribles de escribir. De sacar ese ladito aventurero menos gris y más profundo. De volver a mi refugio.
Creo que va siendo hora de dejar de preocuparme por la salud mental de los lectores (si queda alguien tras tantas interrupciones) y volver a hacer de esto algo personal. Borraré la media docena de textos que ya tenía. Nunca nada me ha parecido tan emocionante como los nuevos comienzos ¡Empezamos de nuevo!
Adelante, escribe