He patrullado tantos dias que he perdido la cuenta, te he buscado por cualquier rincon imaginable, en la urbe y en el suburbano, en tren o en tierra, he pateado calles olvidadas y preguntado a arboles aburridos del trajin diario.
He gritado tu nombre y nadie me ha respondido. Dia y noche he buscado tu presencia, tu inspiración, tu mera existencia. No te he visto ni bajo el sol radiante, ni bajo las nubes cargadas de agua.
He paseado intentando verte, corrido intentando alcanzarte, soñando con volar para que no pudieras escaparte. He mirado más allá de cristalinos lagos llenos de magia capaces de llevarme a cientos de kilometros de aqui, y aún así, no te he hallado.
He encontrado lugares poco transitados y todos me decían que no sabían donde encontrarte. He habitado lugares llenos de gente, callado por si tu voz pudiese alcanzarme, y he sido empujado, vapuleado e ignorado, y sigo sin escucharte.
Despues de arduos dias de busqueda he encontrado palidos reflejos de ti, captado una mirada que pudiera servirme, un olor que me traía a la mente tu imagen, un voz que podría parecerse a la tuya. Pero no dejan de ser musas de otros buscadores, vitales gotas de inspiración, entregadas a otros artistas. Son pequeñas ayudas para sobrevivir en tu ausencia pero no suficientes para explotar en palabras.
No he podido perderme en tu mirada, ni nadar en tus labios, se me ha vedado el poder profundizar en tu persona, probarte, tocarte, saborearte y sentirte, se me ha impedido dejar que mis palabras pudieran describirte, llorar lo que siento al ser bañado por tus lagrimas, pintar mis pensamientos al ser bendecido con tus sonrisas.
Ahora, cansado de buscar, me siento solitario en el suelo, a la espera de que aparezcas. Mientras tanto, he descubierto que en mis correrías siempre había alguien protegiendome, alguien que no me juzga, que me acuna cada dia que salgo a buscar, me alienta en mis propositos y me consuela en mis fracasos. Sus calles son mi refugio y me presenta a sus habitantes para que mis palabras vayan saliendo, al menos hasta que aparezcas, mi musa.