"Las musas no cobran derechos de autor." Joaquín Sabina
(tiempo de lectura medio estimado: 50 segs)
Escribir de uno mismo es facil. Sólo tengo que estar un poco triste, o dolido, o llevarme al extremo físico o mental. O dejarme llevar por una sonrisa, o un beso. Mi parte adolescente, que espero siga ahí mucho tiempo, ya se encarga de magnificarlo todo y hacer que un simple sprint se convierta en un cúmulo de tensas sensaciones.
Escribir sobre otros es más difícil. Construir otros personajes de forma creíble para que formen una historia me supone un reto.
Y necesito una musa.
Ya he hablado muchas veces de la mesa de reuniones metafórica que hay en mi cabeza. Donde mis rasgos de personalidad debaten las decisiones que me convierten en un tipo aburridamente normal. En esa mesa, entre el cobarde que se acurruca en su asiento y el que no soy capaz de identificar que sólo lleva una bata (demasiado corta y demasiado abierta para los convencionalismos sociales), se sienta una versión con barba descuidada, ojos inyectados en sangre por la falta de sueño y la abundancia de locura que deslucen su siempre atenta mirada. Cabecea inerte.
No se muy bien como funciona ese mecanismo. Ha habido chicas a las que he querido mucho (y a alguna incluso más) pero que no han despertado esa venita de escritor. Y otras con las que han surgido tensiones, con las que he tenido vibrantes choques, que sí lo han conseguido. Supongo que necesito a alguien muy encima mia (y no sólo literalmente), necesito a alguien a quien respire, a quien beba... Da igual si para bien o para mal.
Voy a empezar a colgar carteles de "se busca musa".... Si la veis, llamadme.
He aquí una musa que anhela ser el sentido de tu vida, y vivir al compas de tu respiracion.
Hola Träne!
q hay de la recompensa? :p
si averiguas como funciona dimelo, que ya sabes que siempre estoy dispuesta a echarte una mano (y a aparecer en los creditos ;)).
muak