"Una dificultad deja de serlo tan pronto como sonrías ante ella y la afrontes." Robert Baden-Powell
(tiempo de lectura medio estimado: 40 segs)
El otro día, después de una semana intensa, acaricié la fina linea que me separa de la locura. Un momento de estrés de esos que sientes que todo te supera a pesar de esforzarte en no ceder ni un milímetro del control de tu propia vida. Antes de ponerme a dar voces al primero que pasase, o lo que es peor, a alguien que le hiciera mella, me escapé al Retiro a oxigenarme y dar otro enfoque a los problemas.
Iba rumiando mis ideas cuando una ardilla saltó en mitad del camino, se me quedó mirando y abrió sus brazos. Después de descartar la idea de que el universo hubiese enviado una ardilla para abrazarme, descubrí que más bien me veía con cara de dispensador de comida. Se me acercó paso a paso, tímidamente, hasta estar a unos 20 centímetros de mi pie. Volvió a extender los brazos hacia mi, esperando que le lloviesen migas de pan o frutos secos, en lugar de eso saqué el móvil para hacer una foto. La involuntaria y peluda modelo esperó pacientemente a que el torpe fotógrafo se preparase... justo hasta el momento en que iba a dar al botón. Hubiera necesitado 3 segundos más. Casi juraría que enseñó su mejor maliciosa sonrisa y salio corriendo a por unas palomas. Supongo que si no hay comida, no hay foto chula para el blog.
A pesar de sentir que me había tomado el pelo, no pude evitar sonreír abiertamente.
No debería ser tan difícil.
Cuando te sientas así, sólo piensa en mi, acércate más, no tengas miedo.
Hola! A parte de que no sabria donde acercarme, y de ser muy muy (muy) mio sobre a quien hqcerlo... hay batallas que uno tiene que luchar solo para aprender de verdad.
buena frase de apertura...
se ve una ardilla muy simpatica. sobretodo por tomarte el pelo :p.
muaaaacks
Eliara... eres mala gente xD.
Un besazo!